Cinco policías que habían sido absueltos por el crimen, comenzaron hoy a ser sometidos a un nuevo juicio luego de que la Justicia anulara el primer fallo que los benefició.
Cinco policías que habían sido absueltos del crimen de Gastón Duffau, quien murió en 2008 tras ser detenido en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, comenzaron a ser sometidos a un nuevo juicio luego de que la Justicia anulara el primer fallo que los benefició.
Al inicio de la audiencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza, el fiscal de juicio, Ariel Panzoni, sostuvo que por el momento iba a mantener la acusación de "torturas seguidas de muerte" para los efectivos Leonardo Brandan, Mauro Ponti, Luis Acuña, Rubén Steingruber y Natalio De Nardis.
Mientras que los defensores de los policías solicitaron la nulidad del proceso en base al principio "non bis in idem", es decir, por considerar que no podían ser juzgados dos veces por el mismo hecho.
Sin embargo, el tribunal, integrado por los jueces Nicolás Grapassono, Alberto Saibene y Matías Rouco, rechazaron ese pedido.
Luego, el primer y único testigo de la jornada fue el del médico de policía Luis Ángel Falomo Sileno, quien al momento del hecho trabajaba en la Jefatura Departamental La Matanza y realizó la primera autopsia al cadáver de Duffau (34).
Para el abogado Miguel Racanelli, defensor de Steingruber, Ponti y Acuña, el testigo aclaró algunas cuestiones respecto del testimonio que había brindado en el primer juicio.
"Aclaró que la fractura en la costilla era compatible con un accidente de tránsito pero también pudo haberse debido a una fuerte compresión, con un mueble o por una persona de peso", explicó el letrado.
Racanelli indicó que el testigo también reconoció que "el cuerpo fue colocado entre seis y ocho horas sobre una camilla con bordes con caños", lo que, según él, "pudieron haber dejado marcas que los peritos que realizaron la segunda autopsia confundieron con golpes de tonfas".
"El perito dijo que una persona puede tolerar hasta cuatro horas una fractura así y que la lesión cervical pudo haber sido producto de un hecho de cuarenta y ocho horas antes", explicó el abogado. Por último, Racanelli destacó que el testigo admitió que fue él quien rompió el "cartílago tiroides" en la laringe durante la autopsia, por lo que el defensor descarta que esa lesión se haya producido por estrangulamiento.
En base a estas "aclaraciones" que consideró Racanelli, es que el abogado sostuvo que para él queda claro que a Duffau "le pegaron dentro del Mc Donald°s" en el que se encontraba la víctima, "antes de la intervención policial".
Por su parte, Gustavo Romano Duffau, abogado de la familia de la víctima en su carácter de particular damnificado, dijo a Télam que el testimonio de Falomo Sileno es "absolutamente subjetivo y cuestionable" y que no debería tener "ningún valor", ya que el perito pertenece a la misma fuerza que los imputados.
El debate continuará el miércoles próximo en el edificio judicial situado en Mendoza 2417 de San Justo, cuando declaren los tres peritos del Poder Judicial que realizaron la segunda autopsia al cuerpo de la víctima.
El hecho ventilado en este nuevo juicio oral y público ocurrió el 22 de febrero de 2008, cuando Duffau concurrió a un local de Mc Donald's de Ramos Mejía, donde molestó a comensales y discutió con el personal de seguridad.
Ante esa situación, las autoridades del comercio llamaron a la Policía, que lo detuvo y lo llevó a la comisaría y luego en la caja de una camioneta a un hospital, donde murió.
El 6 de mayo de 2009, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de La Matanza juzgó a los policías por "torturas seguidas de muerte", pero los absolvió por entender que no se pudo acreditar si los imputados le aplicaron golpes a la víctima.
Tras apelaciones de la fiscalía y el particular damnificado, el 25 de agosto de 2010, el Tribunal de Casación bonaerense anuló ese fallo por considerar que hubo una "errónea" valoración de la prueba y ordenó a la Cámara de Apelaciones de La Matanza que sortee un nuevo tribunal para otro juicio oral.
Ante esta orden, los defensores de los policías apelaron a la Suprema Corte de Justicia bonaerense al entender que "se avasalla el derecho y se violenta de una forma palmaria la garantía constitucional de que nadie debe ser juzgado dos veces por el mismo hecho".
Pero el máximo tribunal provincial declaró inadmisibles los recursos de nulidad e inaplicabilidad de ley presentados.
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