Jorge Castillo, más conocido como “El Rey de La Salada”, resistió a los tiros su detención en su mansión ubicada en un barrio cerrado de Open Door, en el distrito de Luján. En ese enfrentamiento hirió al oficial Carlos Javier Gómez, quien el día después de la caída de la feria ilegal más grande de Latinoamérica brindó detalles del hecho.
“Gracias a Dios, los cuatro tiros que tiraron, porque no fueron tres sino cuatro… la pavada que decían ahí que perdí el ojo es mentira; tengo esquirlas nomás, y la mayoría me las saqué yo, si estaban visibles”, comenzó.
Luego de manifestar su felicidad por un final sin consecuencias drásticas, el policía continuó: “Aguanté los tiros con el balístico. Con una Glock 40 me tiró el gordo hijo de puta ese. No lo maté porque el tipo se cubrió con la mujer y los hijos; si no, lo pongo como una media”.
Agente del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) 25 de Mayo, Gómez participó de uno de los 55 allanamientos en los que, además de la detención de Castillo, se secuestraron 20 armas -entre ellas una picana eléctrica-, 20 computadoras, sistemas de monitoreo, documentación y plata.
Castillo está acusado de “asociación ilícita” y de extorsión a los feriantes que trabajan en Punta Mogote, la feria más importante de La Salada, que factura más de 300 millones de pesos por día.
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