En diálogo con Diario Popular, Adrián Marcenac, padre de Alfredo (asesinado en 2006 por un tirador serial en Belgrano) y miembro de la Red Argentina para el Desarme, sostuvo que "lo que se está observando es que la situación con las agresiones cometidas con armas de fuego no ha mejorado, sino que ha tendido a empeorar, porque lo que está ausente es una política seria que vaya cambiando este nefasto paradigma del uso de armas de fuego por parte de la sociedad civil".
Según expresó Marcenac, "la realidad es que tenemos, según los estudios estadísticos, un promedio de 9 muertes por día con utilización de armas de fuego, y se trata de situaciones que claramente podrían evitarse".
"Hay 4 millones de armas de fuego en poder de la sociedad argentina, de las que se calcula que 3,4 millones no están legalizadas, o sea inscriptas en el RENAR. Esas armas están completamente afuera de los circuitos legales. Y ese enorme mercado se tiene que abastecer con municiones, que encuentra también un negocio paralelo en todo el país. Se pueden conseguir balas en cualquier lado, sin problema. Es parte esencial de esta problemática", dijo Marcenac.
Desde la red, el padre de Alfredo recorre el país brindando capacitaciones y charlas informativas, haciendo eje en la escuelas. Siempre menciona que los medios de comunicación sólo recogen una ínfima parte de la cantidad de episodios fatales causados por armas de fuego. "Lo que llega a la opinión pública es apenas una parte de lo que realmente ocurre con las armas. Estimamos que apenas el 15% de las muertes se relacionan a hechos delictivos. El resto de los homicidios se registra en discusiones barriales, disputas entre bandas, peleas de jóvenes, violencia familiar, de género contra la mujer o suicidios, entre otros", dijo Marcenac.
Años atrás, la Universidad de Lanús llevó a cabo un trabajo estadístico para contabilizar las muertes por armas de fuego, tomando los casos ocurridos desde 1990 hasta 2008, con un total de 59.339 víctimas fatales, o una frecuencia mensual de 270.
"Eso representa 9 casos por día. Y no vemos que esté bajando, sino al contrario, se recrudece y empeora. Esta sociedad está dirimiendo disputas a los tiros. Tenemos que cambiar eso, de manera urgente", señaló Marcenac.
"Nuestra democracia tiene una deuda pendiente respecto a este tema, que no es menor, porque son muchas tragedias cotidianas. Detrás de cada víctima hay un proyecto trunco, un drama familiar. Se requiere de un proyecto realizado con seriedad y profundidad. Hay que profundizar en la prevención, a través de la concientización, y también en la persecución del mercado ilegal", expresó Marcenac.
"Hay un discurso peligroso que tenemos que erradicar, porque armarse no es sinónimo de seguridad. Al contrario, el peligro aumenta. Y hay que decir que en una sociedad armada, tendrá la razón el que sea más feroz, el que maneje mejor las armas, el más efectivo".
Así, todo se convierte en un campo de batalla, donde sobrevive el hábil. Como en el far west. No queremos ese esquema de sociedad".
Finalmente, el especialista comentó que "se viene observando con mucha preocupación el crecimiento de casos por disputas territoriales en torno al negocio de la droga, por ejemplo en la provincia de Santa Fe, y también los homicidios cometidos por facciones de barras en los clubes de fútbol"
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