Con un conmovedor silencio y el renovado reclamo de justicia por parte de sus padres, los restos de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años que fue asesinado a golpes en la puerta de un local nocturno de Villa Gesell, fueron inhumados este mediodía en el Cementerio de la Chacarita.
"Esperemos que los fiscales hagan las cosas como se deben. Que se haga justicia por mi hijo”, expresó Silvino Báez, padre del joven asesinado el viernes pasado. Fernando había sido despedido poco antes en una misa celebrada en el Colegio Marianista del barrio porteño de Caballito, en el que el joven había completado sus estudios secundarios en 2018, mientra que el año pasado había terminado el CBC para comenzar la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires.
"Era un chico excepcional sin problemas con nadie. Amaba el deporte, el estudio, se portaba de maravilla con nosotros”, dijo el hombre, con muestras de sereno dolor, junto a su esposa. También se la pudo ver muy compungida y rodeada de sus seres queridos a Julieta, la novia del chico brutalmente asesinado a golpes, además de compañeros de estudios y amigos, que también lo despidieron durante el velatorio en una casa mortuoria situada en Avenida de la Plata al 900.
El viernes pasado por la noche, Fernando fue brutalmente golpeado en la puerta de una disco de la localidad balnearia y por el hecho fueron detenidos once jugadores de rugby de un club de rugby de Zárate