Por casi dos meses, cambiarán los subtes por las ciudades en las que se disputará la Copa del Mundo. Ya están haciendo la “previa” en San Pablo y en Río de Janeiro y creen que el clima social les jugará a favor
El mensaje de alerta se divulgó inicialmente por la red social Twitter, en la cuenta que los usuarios de subtes porteños utilizan para realizar escraches contra las bandas de pungas, denominación que reciben los delincuentes especializados en hurtar pertenencias, en ocasiones con sofisticadas técnicas. "Ahora cientos de pungas que robaban en el subte de Buenos Aires están haciendo la previa en San Pablo y Río de Janeiro. Se preparan para afanar a los apasionados turistas", señalaron en la advertencia.

Desde hace algunas semanas, las fuerzas policiales vienen comprobando un brusco descenso en la cantidad de denuncias de personas damnificadas por robos en los subterráneos. El motivo parece ser el traslado masivo de estos malvivientes hacia las ciudades que albergarán durante un mes a turistas de todo el planeta que asistirán al máximo evento deportivo.

"Es absolutamente cierta la corriente migratoria de pungas desde Buenos Aires hacia las sedes del Mundial de Fútbol. Así como en ciertos meses del año los pungas se van para Europa, principalmente a España o Italia, ahora están viajando hacia el país vecino, simplemente porque utilizan la lógica de mercado. Esto es, donde hay mucha gente, hay buena oportunidad de hacer su negocio", indicó Luis Vicat, licenciado en Seguridad Pública.

Días pasados, fue noticia la novedad denunciada por un usuario de subte, quien fue abordado por una llamada "punga bultera" o "toquetona", entrenada para tocar los genitales de los pasajeros varones, desconcentrarlos y hurtarle sus pertenencias.

Por este hecho, Osvaldo, uno de los fundadores del grupo de usuarios "Pungas en el subte", brindó detalles de las distintas modalidades que utilizan los grupos delictivos, y explicó que la mayoría de los sujetos se vienen ausentando de la ciudad para trasladarse a Brasil. "Esto pasa desde principios de año, porque muchos fueron para hacer la previa y copar las zonas", explicó el usuario.

"En Buenos Aires hay clanes enteros que siempre se están moviendo. Ganan mucho dinero, y eso les permite viajar y trasladarse a otras ciudades. Incluso operan en Europa. Pero lo de Brasil con el certamen de fútbol tiene, además, otras características, porque los pungas no sólo van para no quemarse aquí, que es una de sus estrategias de auto protección, sino por el caudal gigantesco de gente que asistirá", explicó Vicat.

Aprovechar el clima social

Los organizadores del Mundial y autoridades brasileñas se enfrentan al problema de brindar seguridad a los millones de visitantes, pero también al de cuidar la problemática interna, con una porción de la sociedad que no está de acuerdo con la realización del mundial por la cantidad de recursos que conlleva.

"Esta hostilidad interna será aprovechada por estas bandas, que se mezclan entre la gente y hacen lo suyo casi de forma desapercibida, sin violencia. El personal de seguridad estará enfocado en los estadios, para salidas y egresos, cuidado de los seleccionados, y prevención de ataques de grupos locales. Así, los medios de transporte serán en buena medida espacio propicio para los pungas", dijo el experto.

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