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Cuando regresaban de la marcha en la que pidieron justicia tras la muerte de Luciano Olivera, manifestantes atacaron la comisaría y la Policía reprimió.
Continúa el clima tenso en Miramar. Durante la marcha por la muerte de Luciano Olivera, el joven de 16 años asesinado por un oficial de la Policía Bonaerense, se produjeron serios incidentes en los que varios de los manifestantes lanzaron piedras hacia la comisaría. Y la Policía salió a reprimir con balas de goma.
Los enfrentamientos tuvieron lugar en la comisaría ubicada sobre la avenida 23, cerca de la zona de plazas que tiene la ciudad balnearia. Tras la movilización, varios de los jóvenes que habían participado de la misma pidiendo justicia, comenzó a arrojar todo tipo de elementos contundentes que encontró a su paso sobre los efectivos que se encontraban custodiando la entrada del destacamento.
Incluso lanzaron especies de bombas incendiarias, lo que hizo que la Policía saliera a responder con balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los revoltosos.
La protesta dio inicio alrededor de las 16.30 en la plaza céntrica de Miramar. Varios de los que concurrieron, en su mayoría chicos jóvenes amigos del fallecido, se manifestaron con aplausos y pancartas como una que decía: “Justicia por Luciano Olivera. Basta de gatillo fácil”.
En tanto, Maximiliano González, el policía al que se le adjudica el crimen, fue trasladado a Mar del Plata y alojado en una sede de la Policía Federal. Mañana sábado declarará ante la fiscal Ana María Caro por el delito de “homicidio agravado”.
Mañana, también, se practicará en horas de la mañana la autopsia del cuerpo del Luciano y comenzarán las indagatorias.
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