El fallecido fiscal Alberto Nisman y su exempleado informático, Diego Lagomarsino, no contaban con "autorización para la tenencia de armas" ni tampoco para su "portación", según un informe del Renar incorporado a la investigación por la muerte del extitular de la Unidad Fiscal AMIA.
Así lo sostiene el documento que recibió la fiscal Viviana Fein, en el que el organismo indicó que ni el fiscal, ni Lagomarsino, quien le proveyó el arma Bersa calibre 22 que intervino en la muerte del fiscal, estaban habilitados para tener armas.
Según la información que brindó el Renar, Nisman no contaba con autorización para la tenencia de armas, ya que no estaba inscripto como legítimo usuario "en ninguna de las categorías".
No obstante, el organismo informó que el fallecido funcionario judicial era dueño de una "pistola semiautomática Bersa calibre 22", la misma que fue hallada en la baulera de la casa de la madre de Nisman, Sara Garfunkel, quien informó del hallazgo recién la semana pasada, a casi tres meses de la muerte de su hijo.
A la vez, también consta en el expediente que el fallecido fiscal era titular de un revólver marca Rossi calibre 38, que transfirió a otra persona a mediados de junio de 2009.
En tanto, de acuerdo a lo informado por el Renar, Lagomarsino también carecía de autorización para la tenencia de armas, ya que tenía "su condición de legítimo usuario vencida al 1 de abril de 2007".
En ese sentido, el organismo informó que el técnico informático sí es el titular de la pistola Bersa, fabricada en 1962, que fue la que intervino en la muerte de Nisman y que él confesó que se la prestó por pedido de aquel basado en cuestiones de seguridad.
La semana pasada, el hallazgo de la pistola propiedad de Nisman en la casa de su madre volvió a despertar diferencias entre la Fiscalía y la querella representada por Sandra Arroyo Salgado, quien insiste en que la muerte del fiscal se trató de un homicidio.
Fuente: NA
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