"La verdad es que está muy bien encaminado el tema de los nenes. La gente de minoridad de Moreno me viene dando una mano importante. Pero necesitamos de todo, como útiles, ropa, zapatillas, alimentos y lo que se pueda. Me está ayudando muchísimo mi familia. Vamos a salir adelante", dijo Osvaldo a este medio.
El femicidio de Daiana fue cometido el 20 de diciembre pasado. La mujer vivía en una casa con su marido, Iván Domínguez, de 26 años, y los tres hijos de la pareja, dos mellizos y una niña de dos años. Ese día la mujer fue atacada con una maza, y su cadáver envuelto en una frazada, introducido en una bolsa y finalmente arrojado a un río.
Domínguez denunció la ausencia de Daiana como un abandono de hogar. Incluso, le dijo a la policía que la mujer tal vez se había escapado con un amante. A mediados de enero, el cadáver de la víctima fue hallado en un río. El sujeto está preso desde entonces, acusado de homicidio agravado por el vínculo, con los agravantes de la premeditación, alevosía y violencia de género. Podría recibir una condena a reclusión perpetua.
"Creemos que actuó con ayuda. Sospechamos de alguien muy cercano. La verdad se va a conocer. No voy a parar hasta conseguirla", aseguró el hombre.
Poco antes del femicidio de su hija, Osvaldo perdió a su esposa por una enfermedad. Ahora enfrenta la responsabilidad de la crianza de los chiquitos. "Quiero lo mejor para ellos. Que estudien. Sean buenas personas. Utiles para la sociedad. Así crié a Daiana, y eso quiero que reciban ellos', dijo Osvaldo.