Mora, la perra de la división de Montada y Canes de la Policía de Neuquén, resolvió los crímenes de Matías Alfredo Lozano y el femicidio de Delia Aguado ocurridos en la capital neuquina. El can pudo reconstruir la ruta de escape del presunto asesino del ingeniero Lozano y el camino de regreso a casa del presunto femicida de Aguado.
Mora es una Bloodhound de tres años adiestrada por la policía especialmente para el rastreo y búsqueda de personas. El resto del cuerpo se integra por dos canes de exhibición, dos canes de seguridad y otros siete que están en fase de entrenamiento. En su mayoría son Pastores Alemanes y Ovejeros Belgas Malinois.
Según relata el medio Río Negro, el oficial subinspector Carlos Amarilla es especialista en el adiestramiento canino y explicó que la preparación de estos animales, para llegar a un nivel operativo, es un trabajo que requiere 24 meses de entrenamiento. En el caso de Mora, ya participó en al menos cinco trabajos de búsqueda.
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“Recibimos los cachorros con 90 días y allí comienza la preparación. Primero se pasa por cuatro etapas: inicial, intermedia, avanzada y después operatividad. Luego de los 24 meses el pero empieza a trabajar”, detalló.
Por su parte el jefe de la división, el subcomisario Raúl Cortés, explicó que “cada perro se forma para la tarea específica. La formación se la da el adiestrador, que es quien va a definir si el animal va a ser bueno en el trabajo que va a realizar”. Hoy en día en la policía neuquina busca reducir el manejo de los animales y que cada perro tenga como máximo dos adiestradores.
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