Un joven, de 19 años, que circulaba en una moto resultó herido de un disparo por la espalda, al ser atacado a balazos por un grupo de efectivos de Gendarmería Nacional, que lo persiguieron varias cuadras, porque evitó un control vehicular.
El hecho ocurrido en la localidad de Ingeniero Budge fue calificado como un hecho de gatillo fácil, al considerar que no era necesario que disparara y argumentaron que no quiso parar debido a que tenía multas impagas. Si bien el hecho se conoció este miércoles, a raíz de la denuncia pública de los padres de la víctima, se registró en horas de la tarde del último domingo, en cercanías del polideportivo Plaza Montiel, ubicado en el cruce de la calle Saladillo y Bolonia, de esa zona del partido de Lomas de Zamora.
No obstante, hay una causa en trámite, caratulada como “tentativa de homicidio”, en la que interviene el juez federal Federico Villena, pero que aún no dispuso la detención de los gendarmes, pese a que la fuerza los separó preventivamente de sus funciones.
El chico, identificado como Gonzalo Nahuel Sala, se encuentra internado, en estado reservado, en el Hospital Gandulfo, tras ser operado de urgencia y mientras se espera su recuperación, sus familiares manifestaron que “no estaba armado y le dispararon sin ningún motivo, solo por no parar en un control, se creen con derecho a tirar a matar”.
Según la versión oficial, todo comenzó cuando el joven transitaba con su moto Rouser de color negro por la calle Saladillo y fue observado por efectivos que se hallaban en ese lugar realizando un control vehicular, quienes “le hicieron señas para que detenga la marcha”.
“El motociclista evitó el control y salió a toda velocidad, aparentemente porque no contaba con los papeles en regla y temía que se la sacaran. En ese momento se originó una persecución que se extendió por cuatro cuadras aproximadamente, donde los gendarmes efectuaron disparos con sus escopetas”, se indicó.
Sala recibió una herida en la espalda, a la altura de la cintura, a pesar de lo cual continuó su camino hasta la casa de su novia, distante a ocho cuadras del lugar, donde se desvaneció. En tanto, los gendarmes que le habían disparado, no continuaron con la persecución, presumiendo que el conductor de la moto había logrado fugar.
La víctima fue trasladada por familiares en primera instancia a la UPA (Unidad de Pronta Atención) de Villa Fiorito, y luego al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, donde fue operado y quedó internado con pronóstico reservado.
Por su parte, los investigadores secuestraron las imágenes de las cámaras de seguridad municipales, donde se observó la persecución de los gendarmes al motociclista, por lo que ahora serán analizadas por el juez federal Villena para intentar determinar la responsabilidad de quienes dispararon y fundamentalmente, por qué los uniformados efectuaron disparos, cuando en ningún momento (según declararon varios testigos), el joven exhibió un arma.
Ante esta situación, los gendarmes reportaron lo ocurrido a sus superiores, quienes ordenaron que pusieran a disposición de la justicia y entregaran sus armas reglamentarias para que sean peritadas, a los efectos y poder determinar de cuál de ellas partieron los disparos.