La idea de jugar la superfinal de América con público visitante comenzó a rondar la cabeza de Mauricio Macri minutos después de la clasificación de Boca ante el Palmeiras, en San Pablo.
Desde entonces fue dialogando sobre el tema con su círculo íntimo y en las últimas horas instruyó a la ministra Patricia Bullrich para que diseñara con Seguridad de la Ciudad el operativo para que pueda jugarse con “normalidad” una doble fecha histórica del superclásico.
Un estrecho colaborador del ex titular xeneixe admitió que su interés es asegurar un espectáculo “de una de las tres finales futbolísticas más importantes de la historia” descartando una utilización oportunista del tema para que el oficialismo retomara la agenda en momentos de crisis económica.
Macri trasladó la decisión a Boca-River de jugar con visitantes
La decisión se hizo pública minutos antes de las 8 de la mañana de ayer con una serie de tuit del jefe de Estado y una hora después fue entrevistado por radio La Red sobre el asunto. Aunque declaró que la idea se le había ocurrido ayer mismo cuando se levantó de la cama, en su entorno aseguraron que desde la madrugada del jueves venía analizándose la medida.
Patricia Bullrich, en diálogo con este diario, también confirmó que había hablado del tema ‘en el acto del jueves en Río Cuarto y ayer recibió el llamado del Presidente de la Nación para coordinar el operativo.
Lo cierto es que ayer por la mañana en la sede de Seguridad de Nación, en la calle Gelly, Bullrich recibió a su par de Ciudad, Martín Ocampo -que había declarado minutos antes de la comunicación presidencial que no veía ‘factible un River-Boca con visitantes-, para evaluar las “medidas necesarias” que permitan la concurrencia de público visitante en la histórica final de Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate.
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En un comunicado posterior, se informó que convocan a colaborar “a presidentes de los clubes, futbolistas, hinchas y a todos los referentes de la sociedad en la construcción de una cultura de paz”. Sin embargo, distintas fuentes gubernamentales consultadas por este diario aseguraron que por ahora no hay una invitación formal a los presidentes de los clubes, Daniel Angelici, y Rodolfo Donofrio.
Es más el titular millonario salió a cuestionar la propuesta presidencial.
“Fueron declaraciones gatafloristas: si el año pasado se había quejado por no haber podido llevar público visitante en la semifinal con Lanús”, lo azuzó el colaborador presidencial consultado.
Bullrich sí adelantó a este medio que se están analizando “reglas” para asegurar el control del público que observará los históricos partidos: “nominalizar las entradas” y listados de pasajeros de los micros que vayan a la cancha.
El subsecretario y ex gerenciador de Racing, Fernando Marín, estuvo ayer por la tarde en la Residencia de Olivos.
“El Presidente expresó un anhelo que tenemos hace tiempo, y le encomendó a la ministra Bullrich que se vaya implementando cuanto antes un operativo para garantizar la seguridad y que sea bisagra en este clásico emblemático”, señaló a este medio dando a entender la idea subyacente que en un futuro se generalice la asistencia de visitantes a los estadios.
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Sin embargo, el comunicado de Seguridad sostiene que “estos partidos revisten un carácter excepcional por lo cual estas decisiones no generarán modificaciones en el ámbito local”. Un concepto similar esbozó un funcionario consultado, así que habrá que esperar a cómo suceda todo para esperar ulteriores medidas.
Con todo, Marín intentó minimizar el polémico anuncio de Macri al asegurar que “de ninguna manera sus dichos revisten una obligatoriedad sino que serán los clubes quienes lo determinen. La idea es poder ir instrumentando cambios. Ahora que el Presidente empuja esto con una expresión de deseos no comprendo las quejas. Me pregunto por qué en nuestro país no podríamos organizar un partido así”.
Por otra parte, allegados al jefe de estado minimizaron la posibilidad que mandatarios invitados al G20, como Vladimir Putin, vayan a arribar unos días antes al país para asistir al superclásico. “No veo a Putin llegando 3 días antes con la agenda apretada que tiene. Y tampoco parece muy futbolero, lo vimos en el mundial’, se sinceró un funcionario con llegada al primer mandatario.
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