Un fuerte lobby de los productores de cítricos norteamericanos de California y Arizona se desató sobre la administración de Donald Trump para evitar que los limones argentinos ingresen luego de marzo a Estados Unidos.
La suspensión de la importación de limones de la Argentina a ese país fue una de las primeras medidas tomadas por Trump a poco de asumir para revisar el caso en un plazo de 60 días.
La medida fue dispuesta por el Servicio de Inspección Sanitaria Animal y Vegetal, en línea con una recomendación de la Casa Blanca que buscará impulsar medidas proteccionistas en su economía.
“El presidente (Trump) hizo campaña sobre una plataforma para proteger a las industrias estadounidenses de los paquetes comerciales que crean vulnerabilidades innecesarias para la producción doméstica, los negocios y los trabajos. El cambio que hizo en relación a los limones argentinos es una clara señal de que intenta mantener sus promesas de campaña”, dijo el presidente de la llamada Mutual del Cítrico de California, Joel Nelsen.
En medio de las actividades del lobby anti argentino, Nelsen afirmó que “mientras la CCM puede disentir con la posición del Presidente sobre otras negociaciones desde la perspectiva de que acuerdos como el de Asociación Transpacífico, sí beneficiaría a los productores de cítricos, apoyamos los esfuerzos de la administración para proteger las industrias domésticas”, agregó.
Como hace quince años
A principios de febrero, Nelsen le mandó una carta sobre la temática a miembros del gobierno de Trump, incluida una al vicepresidente norteamericano Mike Pence quien sobre el fin de semana llamó a Mauricio Macri y le habló del G20.
En la carta, Nelsen directamente pidió que se mantenga el retraso de aplicación del acuerdo de Barack Obama a favor de la entrada de los limones argentinos, destacó un matutino porteño.
A Nelsen lo acompañaron los lobistas de Arizona, que hace 15 años también operaron para lograr la prohibición de ingreso del cítrico argentino, al argumentar el hallazgo de pestes y enfermedades.