- ¿Lo tomó de sorpresa el acuerdo Macri-Carrió?
- Conocí el acuerdo al mismo tiempo que todos los demás, cuando se anunció públicamente. Pero no era ningún secreto que Carrió era partidaria de un acuerdo con Macri y que había conversaciones entre el PRO y la Coalición Cívica, así que no puede decir que tomó por sorpresa.
- ¿Qué opina del mismo?
- Creo que es un paso positivo. Yo soy partidario de que las fuerzas de la oposición alcancen un acuerdo lo más amplio posible: un acuerdo de gobierno acompañado de un acuerdo electoral. Dicho de otra forma: soy partidario de la unidad de la oposición. Por lo tanto, cualquier paso que se dé hacia la unidad me parece bien. Esto es solamente un paso; hay que dar muchos más. Ningún partido de la oposición puede ganar y gobernar por sí solo. Pero si vamos juntos, ganaremos y gobernaremos. Sé que no es fácil, pero yo trabajo por eso.
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- Inmediatamente después de consumado el acuerdo, todos los ojos se pusieron en los radicales en general y usted en particular. ¿Qué resolverán al respecto?
- Estoy hablando de un acuerdo de toda la oposición, y la UCR es el principal partido de la oposición, por lo tanto tenemos una gran responsabilidad. Creo que el radicalismo no sólo debe participar de ese acuerdo amplio, sino que es quien debe vertebrarlo e impulsarlo en primer lugar. Siempre hemos estado al servicio del país y de la democracia, y estoy convencido de que ese acuerdo es necesario para sacar al país de la situación en la que está y para sanar a esta democracia enferma que nos deja el kirchnerismo.
- ¿Los radicales adoptarán una decisión uniforme?
- La Convención tomará una decisión y esa decisión debe vincular a todos los miembros del partido. Desde luego, me vinculará a mí, que por algo soy su Presidente. Yo haré una propuesta: que el radicalismo compita con una fórmula propia dentro de una gran interna de la oposición. Defenderé que tratemos de articular un acuerdo lo más amplio posible, que a día de hoy no podemos saber a quién incluirá y a quién no. Y por supuesto, aceptaré la decisión que tome la Convención. Le aseguro que nunca será Sanz el que rompa la UCR ni el que apoye a candidatos distintos a los que apoya el partido.
- ¿Que opina de la nueva ley de inteligencia?
- Al gobierno lo único que le preocupa es garantizarse impunidad. No está preocupado por la gestión y el gobierno, de hecho está cometiendo errores muy gruesos. Sólo busca en lo que queda del año garantizarse impunidad, cubriendo todos los huecos de poder que haya para cubrir. - Como presidente del partido más importante de la oposición, ¿cómo evalúa que responderán las instituciones al desafío de resolver el atentado a la AMIA, a lo que se suma ahora la muerte del fiscal Nisman?
- La institución que está en juego hoy y que tiene puesta la lupa de la sociedad es la Justicia. Y sobre esto no puedo decir mucho porque sería ocupar un papel que es el que estoy criticando hoy de mucha gente ligada a la política, que se transforman en opinadores criminológicos. Respecto a la investigación no digo una palabra. Soy sólo un observador como cualquier ciudadano. Sí es cierto que la justicia argentina está ante un enorme desafío.
- ¿Cómo juzga la reacción de la presidenta y del gobierno ante estos hechos tan graves?
- De absoluta desorientación. El gobierno más allá de los errores de gestión y de las distintas opiniones vinculadas a su gestión, siempre conservó cierta picardía para manejar las situaciones. Creo que en esta oportunidad, hasta eso ha perdido. Si hacemos un repaso de la última cadena nacional, de las otras dos cartas y de las opiniones y comentarios de los funcionarios que tiene a su alrededor, es un gran aquelarre. Casi le diría: es una película italiana, de Fellini. Ahora la hacen poner a la presidenta en una pelea contra testigos, contra la fiscal, contra la jueza. Un rol que no le corresponde a ningún presidente.
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