, el hombre que le entregó el arma Bersa calibre.22 al fiscal Alberto Nisman horas antes de su muerte, "debería ser llamado a declarar al menos como sospechoso" y recordó que hace diez años, el joven se habría ofrecido como informante de esa fuerza, aduciendo tener capacidad de entregar "organizaciones narcos".
En ese sentido, sostuvo también que no entiende porqué "ni siquiera" fue llamado a declarar tanto el propio Lagomarsino como Antonio Stiusso, el ex agente de la Secretaría de Inteligencia que prestaba colaboración en las investigaciones que Nisman llevaba adelante por el caso AMIA.
Sain manifestó que "en 2005, creo recordar, que (Lagomarsino) se fue a ofrecer como servicio" y apuntó que en aquella oportunidad, el asistente de Nisman que quedó envuelto en las extrañas circunstancias que rodean la muerte del fiscal federal especial, "decía que podía entregarme organizaciones narcotraficantes".
Sobre ese punto, Sain aportó que había trascendido, en relación a la postulación hecha por Lagomarsino, que
"venía recomendado por un oficial del Grupo Halcón, y que lo primero que había pedido era plata, y como se le dijo que habría dinero si entregaba, se fue asegurando que él hablaba sólo de plata".Con respecto al accionar de la jueza a cargo de la causa de la muerte del fiscal, Fabiana Palmaghini, Sain resaltó que "veo muchas incompetencia de parte de la jueza, porque para ser justos y equilibrados también debería ser llamada la custodia, ya que entró una persona con un arma y pasó tranquilamente".
De acuerdo a como ve la situación, una circunstancia de ese tipo "podría ser una negligencia, claramente, porque el hecho de que la persona sea conocida, no implica que no se tenga que revisar al ingresar".
Como se recordará, de acuerdo a las declaraciones que hizo Lagomarsino, cuando volvió al departamento de Nisman con el arma que el fiscal le había pedido, nadie de la custodia lo revisó.i
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