“De eso no se habla”

Separado hace escaso tiempo de la actriz Erica Rivas, con quien tiene una hija, Rodrigo de la Serna se esmera en dejar aclarado que le escapa a la exposición pública de su intimidad. De perfil extremadamente bajo, este intérprete hace oídos sordos a un supuesto romance que en su momento se le endilgó con su compañerita de tarea, Soledad Fandiño, y a las elucubraciones sobre su divorcio y se remite a fijar posiciones. “Un periodista me preguntó si hablaba de mi vida privada. Y ahí está la contradicción: mi vida privada es privada, es una contradicción”, se ufana. “De mi vida pública puedo hablar, si les interesa, pero de mi vida privada no. Yo hice mi carrera en base a ser actor, trabajo desde que tengo 12 años”, acentúa. “Primero soy un hombre, después soy actor y después me hice famoso. Yo soy actor. Hay que ver si los demás actores tienen ganas de manejarlo así. Yo tengo ganas de nunca hablar de mi vida privada porque es privada”, sonríe en un juego de palabras.