La quilmeña integró el plantel que finalizó en ese puesto el certamen continental. El último escalón fue el tropezón con Canadá por un emotivo 76 a 75.
La Selección Argentina de basquet en la rama femenina, con la quilmeña Julieta Mungo en el plantel, se quedó en el cuarto puesto en la Americup que se desarrolló en Chile. El último duelo fue con derrota a manos de Canadá por un ajustado y emotivo 76 a 75.
Fue derrota en doble tiempo suplementario frente al elenco norteamericano, en un compromiso que tuvo a Macarena D´Urso con 22 puntos como máxima artillera.
Así la situación, las Gigantes se quedaron con el cuarto puesto en el certamen y aseguraron su participación en los Torneos Clasificatorios a la Copa del Mundo de Alemania 2026.
Tras varios años, Argentina volvió a ubicarse entre las cuatro mejores del continente. Es el resultado de un proceso sostenido a través del tiempo, que tuvo su quiebre en el 2023 con el bronce en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile. En 2024, la evolución se confirmó con el título del Campeonato Sudamericano, de manera invicta y con dos triunfos sobre Brasil.
En ese sentido, en la previa de ese torneo, durante su gira por Ruanda, el combinado albiceleste también cortó una larga racha al vencer a un rival europeo luego de 18 años, todo un entramado satisfactorio que corrobora las mejoras en la disciplina de la pelota naranja.
¿Qué pasó en el duelo final? El arranque fue prometedor para Argentina, con una ráfaga de triples que la puso rápidamente 9-2 en el marcador. Ese inicio perfecto desde el perímetro obligó a solicitar un tiempo muerto apenas transcurrido los primeros minutos. Sin embargo, la reacción del rival no tardó en llegar y un parcial de 13-2 a favor de Canadá emparejó el trámite e instaló una dinámica de partido parejo y con constantes alternancias en el marcador.
A lo largo del juego, ambos equipos intercambiaron aciertos, errores y ventajas mínimas y cada cuarto tuvo su propia historia, pero ninguno logró romper definitivamente el equilibrio y por eso se completó con igualdad. La albiceleste apostó por su intensidad defensiva y la movilidad en ataque, mientras que el rival sacó provecho de su talla y experiencia para mantenerse siempre en partido.
La igualdad fue tan marcada que los 40 minutos reglamentarios no alcanzaron (59-59). El primero de los suplementarios tampoco logró definir a un ganador, y fue necesario un segundo tiempo extra para que Canadá inclinara finalmente la balanza a su favor.