Fue a través de un virus que introducían en las computadoras y les permitían acceder a las cuentas bancarias, de las que extrajeron 138 millones de pesos que convirtieron en criptomonedas.
A raíz de una ardua investigación, la Justicia desbarató una banda de hackers que estafaron a una PyME quilmeña por más de 138 millones de pesos y que fugó el dinero afuera del país, gracias a un peligroso virus que introducían en las computadoras de las empresas aprovechando la falta de seguridad y que les daba acceso a las cuentas bancarias, en tanto que el botín lo convirtieron en criptomonedas y es por eso que fue difícil de rastrear.
El hecho data de septiembre de 2024 y perjudicó gravemente el patrimonio del empresario, que cayó en una trampa perfectamente tendida. Estos criminales que operan en la oscuridad de la cibernética armaron un plan detallado para quienes tienen la “guardia baja” y están a la expectativa de una mínima oportunidad para filtrarse en sus sistemas, con una ruta del dinero planificada para lograr “desaparecer” lo más rápido posible. Pero por suerte y con esfuerzo, les quitaron la máscara.
El encargado al mando de la PyME denunció ante la Policía que le habían vaciado su cuenta bancaria y que él no hizo ningún movimiento extraño. Estaba frente a la computadora y llegó un aviso que decía que tenían que actualizar certificados. Este accedió, pensando que era algo de rutina, pero al dirigirse al homebanking, vio que lo saquearon por completo y tuvo que acudir con las autoridades para entender la trama del suceso.
El caso cayó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 1 del Departamento Judicial de Quilmes, a cargo de Ariel Rivas y Leandro Montejo, especializados en delitos de estafa y defraudación. Colaboraron agentes de la División Ciberdelitos y Tecnologías Aplicadas, el equipo de análisis de criptoactivos de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires y contaron con la herramienta QLUE de Blockchain Intelligence group para rastrear el botín sustraído.
Los investigadores pudieron localizar que los criminales eran preferentemente de nacionalidad colombiana y venezolana y que no tenían ingresos oficiales al país. Dentro de la organización existen rangos de superioridad y es por eso que pidieron las capturas internacionales bajo distintas carátulas por el mismo delito. Además, ordenaron allanamientos en varios municipios de Buenos Aires y en provincias del interior del país, donde se encontraban otros delincuentes parte del mismo grupo.
Secuestraron discos rígidos, computadoras y recolectaron información para seguir rastreando el dinero que estos le quitaron a la PyME. Cabe destacar que los investigadores descubrieron que uno de los cibercriminales compró pasajes de avión con criptomonedas producto de la estafa para toda su familia, por lo que dieron aviso a la aerolínea y cancelaron las transacciones.
Esperan más avances para dar con el paradero de otros hackers de la propia organización, ya que esta modalidad se convirtió en una de las más utilizadas debido a que las pequeñas empresas no poseen sistemas de antivirus adecuados o un esquema de seguridad apto para evitar estos robos.