El técnico de Quilmes analizó la igualdad frente a Ferro, reconoció el desgaste físico y mental del plantel y remarcó que el aliento del público será clave para afrontar las últimas fechas del torneo.
El entrenador del Decano, Alfredo Grelak, reconoció que Quilmes no logró mostrar su mejor versión en el empate ante Ferro, aunque valoró el esfuerzo del equipo. "Creo que dominamos el trámite del partido. Faltó atacar un poco más los espacios y ser más profundos, pero en líneas generales Quilmes manejó el partido. Excepto la última jugada que erraron bajo el arco, no sufrimos mayores situaciones", explicó.
Consultado sobre la imagen que dejó el equipo y la reacción de la hinchada, el entrenador fue autocrítico: "Trabajar, trabajar y mejorar. Es un plantel que viene muy golpeado física y mentalmente. Estamos sufriendo muchas lesiones, hoy terminaron con molestias Tévez, Francisco y Ramírez, más Aranda que salió por un problema en el aductor. Son exigencias del año y lo estamos padeciendo".
Sobre lo positivo del encuentro, Grelak destacó que "el equipo intentó hacer lo que trabajó en la semana. Cuando la pelota pasa por algunos jugadores, se gana profundidad y claridad. El trabajo de los laterales fue muy bueno, le dan amplitud al equipo". Sin embargo, reconoció que cuesta sostener la generación de juego: "Perdimos claridad cuando Rosetti y Carabajal no entraron tanto en contacto con la pelota. Ahí nos faltó asociación".
En cuanto a la dificultad de convertir de local, el técnico sostuvo que es un tema anímico: "Hay que seguir trabajando y que los jugadores crean en ellos. Este equipo está atravesando un proceso de adaptación a una nueva forma de trabajo. El miedo a perder también juega, porque sabemos la importancia de sumar y alejarnos de los puestos de abajo".
Sobre las chances de entrar al Reducido, Grelak fue prudente: "Esto es estado de ánimo. Vamos a ir partido a partido. Lo primero es ganarle a Patronato y recuperar jugadores. Hoy perdimos piezas importantes como Tévez y Ramírez, pero la idea es competir y sumar lo más posible en estas cuatro fechas".
También habló del rol de los juveniles: "Confío en los chicos del club, pero no voy a poner la cabeza de un juvenil en un contexto que puede perjudicarlo. He trabajado toda mi vida con divisiones formativas, sé cuándo es el momento de ponerlos. Los pibes acompañan un proyecto serio, pero no son los que tienen que salvarnos".
Respecto a Oscar Belinet, uno de los jugadores más señalados por la tribuna, Grelak lo respaldó: "Es un chico muy inteligente, con una vida difícil, que deja la piel en cada partido. Si fuese acompañado de otra manera, su rendimiento sería aún mejor. Se esfuerza todo el tiempo y hace un trabajo muy importante para el equipo".
Al cerrar, remarcó la importancia del entorno quilmeño: "Estos chicos necesitan mucho el apoyo de la gente. La exigencia en Quilmes es grande y todos lo sabemos. Pero si logramos que el equipo se sienta respaldado, el rendimiento va a crecer. Vamos a dejar todo en los partidos que restan para darle una alegría a la gente".
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