Azul Chiorazzo, de 19 años, participará del Panamericano 2025 de Medellín de Deportes Acuáticos que comienza este martes. Sufrió dos hernias de disco hace siete años que la llevaron a pensar que debía dejar la competición, pero se recuperó.
Una joven de 19 años de Lanús Este es protagonista de una historia de superación y entrega, ya que, además de estudiar Nutrición, dejó atrás dos hernias de disco que la dejaron sin caminar hace siete años, para competir en el Panamericano 2025 de Medellín de Deportes Acuáticos que comienza este martes y finaliza el 25 de mayo en la mencionada ciudad colombiana.
Se trata de Azul Chiorazzo, quien dejó la disciplina por su problema de salud. En la actualidad, es integrante de la Selección Argentina de Saltos Ornamentales y realiza su carrera en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), gracias al Programa Doble Carrera, gestionado por la Dirección de Deportes y Compromiso Universitario. Es una iniciativa que promueve el desarrollo académico y deportivo de los estudiantes
Azul ya tiene en mente la competición que servirá de clasificatorio para el Mundial de Deportes Acuáticos de Singapur 2025 y para los Juegos Panamericanos Juniors de Asunción 2025. Y aunque medallas tiene de sobra, su mayor triunfo fue, como dice el título de una famosa película de los 80, Retroceder nunca, rendirse jamás.
Desde muy chica competía a nivel élite, aunque en gimnasia artística: a los 12 años ya había ganado cuatro medallas de oro. Sin embargo, dos hernias de disco y la deshidratación de otros dos discos la obligaron a abandonar. "Estuve dos meses sin poder caminar; pensaba que se me terminaba el deporte, ya que fueron muy claras las indicaciones de los médicos de no hacer actividades que generaran impacto. Creí que nunca más iba a poder ser una atleta de alto rendimiento y volver a representar al país", repasó de ese duro trance.
Sin embargo, al poco tiempo empezó otro deporte: natación. Hoy, a sus 19 años, es deportista de élite en clavados. Un salto a la superación.
"Siempre quise ser la mejor en el deporte, siempre tuve esa cabeza. La gente me preguntaba si yo quería hacer natación de forma recreativa y les respondía: 'yo quiero estar en la selección de natación'", rememoró Azul de aquellos días en los que se debatía entre abandonar y la novedad de otra disciplina.
De todas maneras, recordó la tristeza: "Fui la primera gimnasta de Zona Sur en sacar una medalla sudamericana. No estaba en mis planes dejar, me sorprendió mucho. Mi familia me ayudó mucho a superar esa angustia".
Un profesor la invitó a una clínica en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD) de Saltos Ornamentales, un deporte que hasta entonces le resultaba desconocido. "La adaptación no fue difícil" porque su experiencia en gimnasia artística la había familiarizado con la precisión y la ejecución de movimientos complejos.
Desde ese momento, Azul no paró. Acumuló medallas en torneos nacionales y sudamericanos. Ahora, rumbo a Medellín, se prepara para participar en las pruebas de 1 metro y 3 metros de la categoría Open.
Antes de partir hacia su competencia en Medellín, Azul fue recibida por el rector Daniel Bozzani, quien destacó el esfuerzo y dedicación de la atleta como un ejemplo para toda la comunidad universitaria.
"Llegué a la UNLa porque soy de Lanús y me queda muy cerca de mi casa. Elegí Nutrición ya que siempre me apasionó. Hoy, ya en el tercer año de carrera, todo lo que aprendo lo aplico en beneficio de mi actividad deportiva y en la vida en general", relató.
Con una rutina intensa que combina cursada matutina y entrenamientos diarios en doble turno, Azul asegura que ser atleta de alto rendimiento y estudiar una carrera universitaria "es agotador" pero posible.
"Un mensaje que les daría a todos los que quieren empezar una doble carrera es que es posible. Siempre se puede con disciplina, esfuerzo y dedicación. Es factible y con una muy buena organización", afirmó la joven. "Y no se rindan, luchen, sigan por sus sueños. Algo que aprendí es que las segundas oportunidades existen", aseveró.