La reconocida cadena bajó para siempre las persianas de dos locales que fueron tomados de punto por delincuentes. El temor de los empleados y la ola de renuncias fueron decisivos a la hora de tomar la decisión.
Luego de sufrir un total de 14 robos en apenas 20 días, la cadena de heladerías Bacchio decidió cerrar dos locales que fueron tomados de punto por delincuentes, uno en Quilmes y otro en San Francisco Solano, donde los empleados renunciaron por temor a los delincuentes que, en cada asalto, aumentaban la dosis de violencia.
Los dueños de la cadena bajaron definitivamente las persianas de la sucursal ubicada en Avenida 12 de Octubre y Juan B. Justo, en Quilmes Oeste, y otra en avenida 844 Nº 1975, en Solano.
"Los empleados están con miedo y es entendible, por eso se tomó la decisión de cerrar el local de Solano el domingo", sostuvo Pablo Ricciardi, gerente administrativo de la firma, quien remarcó que fueron 14 los robos sufridos en los últimos 20 día". "En total, fueron 8 los delitos cometidos en Quilmes Oeste y seis en Solano", aclaró en declaraciones al Periódico El Progreso.
También se registraron dos intentos de robo en el otro local de Solano, ubicado sobre 844 Nº 286. Según Ricciardi, en las filmaciones registradas por las cámaras de seguridad de los locales se advierte que el autor de los hechos pareciera ser el mismo. "Hay registros de Solano y Quilmes Oeste donde se ve al mismo delincuente, con la misma moto e incluso la misma indumentaria", explicó. A su vez, detalló que radicó las correspondientes denuncias, pero no hubo novedades ni aprehensiones.
Además de sufrir esta gran cantidad de robos, los problemas para Ricciardi aumentaron cuando todos los empleados de la sucursal Solano presentaron su dimisión por el temor a ser agredidos. "Los que presentaron la renuncia son los dos trabajadores del local, más el que aporta la franquicia", indicó.
Impunidad
El gerente administrativo de Heladerías Bacchio puso como ejemplo el último robo sufrido en una de las sucursales, que evidencia el nivel de impunidad de los delincuentes: "En el último robo, además del dinero, el malviviente le pidió a la empleada todos los postres de la heladera y exigió una bolsa para poder ir más cómodo en la moto".