En el barrio La Esmeralda de Florencio Varela, a sólo 10 cuadras de la Municipalidad, los vecinos caminan por calles que son verdaderos lodazales y desde hace más de 40 años reclaman obras de asfalto, pero los pedidos nunca tuvieron respuestas favorables y “la situación está cada vez peor”.
Los tramos de Aniceto Díaz y Bengoechea, entre Villar y avenida Novak, siempre fueron de tierra y cada vez que llueve se tornan intransitables. Eduardo Romero, quien tiene su casa sobre uno de esos pasajes, explicó los problemas que aquejan a diario a cientos de propietarios como él.
“Tengo 47 años, desde que soy chico vivo acá y mi familia viene reclamando por el asfalto. Yo, personalmente, fui hasta el Municipio a pedir las obras, pero nunca atendieron mi caso. Estamos a solamente 10 cuadras del centro de Varela”, detalló el vecino.
Asimismo, recordó que, hace aproximadamente dos años, “un jardín de infantes cerró sus puertas porque era inviable”, “Para las madres era cada vez más difícil llegar con los chicos y tuvieron que dejar de trabajar”, señaló el vecino, quien, además, agregó: “Llovió tanto que no se puede ni pasar con el auto. Cuando el clima es lluvioso, vivimos con barro constantemente en las puerta de nuestras casas”.
Según la explicación de Romero, las calle de tierra “atraen aún más la marginalidad”. “Esto parece un barrio abandonado y, por eso, vienen a tirar residuos o queman autos. Incluso, tenemos que soportar todos los días un hecho de inseguridad. Ya le robaron a todos los comerciantes”, remarcó.
Con respecto a la basura, reveló que “el servicio de recolección dejó de pasar todos los días” y, para colmo, contó que “cuando vienen no se llevan todas las bolsas”. “La situación está cada vez peor. Estamos en una zona totalmente olvidada pese a que estamos muy cerca del Centro”, sentenció Romero.