El Presidente de la Sociedad Israelita de Quilmes, Ricardo Tschudnowski, fue contundente respecto al conflicto que mantienen Israel y Palestina y aseguró que por precaución y recomendación del organismo central se reforzó la seguridad en la sede que tienen en el distrito, además de que recibieron normativas para que quienes pertenecen a la comunidad no porten distintivos cuando caminan por la calle o se dirigen a manifestaciones.
Por otra parte, sostuvo que sus familiares quilmeños que están viviendo en Israel, deben estar con un oído en el trabajo y con el otro puesto en las alarmas para escapar a los refugios en caso de que haya ataques.
El mandatario, en diálogo con El Quilmeño explicó su accionar en los últimos días y el pedido de refuerzos que les hicieron a las autoridades.
La sede está situada en la intersección de las calles Paz y Colón, y las zonas aledañas, tienen desde hace unos días mayor presencia policial y de custodios. Sin embargo, el hombre señaló que en la mañana del martes pasó por el sitio y era "notorio que no había nada", algo que los pone en desprotección.
Las charlas con la DAIA son clave para entender cómo llevan este momento adelante.
"Estamos en permanente contacto. Hay lugares en los que los organismos centrales nos recomiendan no participar o tener precaución en las distintas expresiones. Tenemos precaución como tiene cualquier persona que tiene a su segunda patria en conflicto", sostuvo.
"Recibimos una comunicación que para ir a la reunión en la Avenida Estado de Israel vayamos con banderas, pero guardadas en un bolso y que cuando estuviésemos allá, en un lugar más seguro, recién ahí las podíamos sacar. Quiere decir que no podía ir con la bandera al cuello. También te piden que si uno va caminando con un distintivo, una cadenita con la Estrella de David u otra cosa, lo guarde dentro de la ropa. A ese nivel llegamos", indicó Tschudnowski.
Por último, confesó que dos primos suyos emigraron desde Quilmes hace medio siglo y que están muy asustados por ellos.
"Por suerte tenemos buena comunicación. Mandamos Whatsapp y nos responden en seguida, no está cortado. No termina pasado mañana esto y no queda así nomás", dijo. Y agregó sobre la posibilidad de un retorno a la Argentina por parte de ellos: "No están cerca de la zona de conflicto y la idea de volver es muy remota. En el caso de que les llegue a donde viven, vendrán. Hace 50 años que se fueron y están afincados. Casados y con hijos. No creo que así nomás vayan a querer volver".
Por último, manifestó que los propios allegados a la Sociedad Israelita se manejan con mucho cuidado con quienes se acercan a su punto de reunión.
"Si quieren venir a la sinagoga, pido los datos, pero no dejo entrar a cualquiera. No es una secta, pero en este momento no queremos que entre nadie desconocido o ajeno a la comunidad. Si me facilitan su identidad, yo te dejo entrar, o la persona que está a cargo", cerró.