Lyudmila Rudenko nació en la ciudad de Lubn, cuando Ucrania todavía no era parte de la antigua Unión Soviética, el 27 de julio de 1904; con lo cual este viernes hubiera cumplido 114 años. De joven, se dedicó a la práctica de la natación, pero su padre la influenció para que se convirtiera en ajedrecista con tan sólo 10 años; y a los 24 se dedicó a hacerlo profesionalmente.
Pero si bien con el tiempo se convirtió en la primera mujer en ganar el título de maestro de ajedrez y la segunda en ser campeona mundial, entre los años 1950 y 1953, su mayor orgullo en la vida, contó, fue cuando combatió a los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Ocurrió en septiembre de 1941, durante el sitio de la ciudad de Leningrado (actual San Petersburgo), que duró más de 900 días y en el que murieron más de un millón de civiles.
Durante la evacuación de la ciudad, decenas de niños se habían quedado atrás en la fábrica de armamento en la que trabajaba Rudenko. La ajedrecista consiguió llevarlos a un tren que pudo salir de la ciudad antes de que los alemanes bloquearan los accesos por casi dos años y medio.
Rudenko murió en la ciudad que ayudó a defender a los 81 años; y recién en 2015 fue incluida en el salón de la fama del ajedrez mundial.