María
Buen domingo, doctor Manes. Le quiero hacer una pregunta, ya que nuestra familia es del campo, pero por cuestiones de trabajo nos mudamos hace muchos años a la ciudad. ¿Vivir en las grandes ciudades influye en la depresión?
Sí, María. Muy interesante pregunta. Según estudios recientes, las características de la vida en la ciudad aumentan el riesgo de padecer afecciones psicológicas y psiquiátricas, entre ellas, depresión. Como dije en mi columna del domingo pasado, estas afecciones responden a la interacción entre ciertos factores ambientales y biológicos. ¿Qué aspectos negativos tienen las ciudades? Por un lado, las ciudades plantean un ritmo de vida estresante, una competitividad laboral excesiva, sobrestimulación y numerosos ruidos. Esto hace que sea difícil dormir y descansar. Además, las personas en las ciudades suelen tener una vida sedentaria y con una mala alimentación. Por otro lado, en condiciones socioeconómicas de vulnerabilidad, el aglutinamiento y hacinamiento urbano son factores que impactan negativamente en la salud.
Carmen
¿Cómo controla nuestro cerebro las emociones y los sentimientos?
Gracias, Carmen, por su pregunta. Es posible definir las emociones como un proceso influenciado por nuestro pasado evolutivo y personal que desata un conjunto de cambios fisiológicos y comportamentales claves para nuestra supervivencia. Las emociones tienen un rol importante en procesos cognitivos como la memoria y la toma de decisiones. El cerebro humano contiene sistemas neurales parcialmente separados pero interconectados que codifican emociones específicas. Por ejemplo, existe evidencia de que el miedo, el asco y la ira tendrían un circuito neural distintivo. La idea de que estos sistemas están interconectados y se comunican unos con otros es esencial porque muchas de las situaciones emotivas con las que tropezamos en la vida diaria contienen una combinación de emociones.
Elsa
¿Las emociones negativas pueden afectar la salud? ¿Qué podemos hacer para reducir el estrés y este tipo de emociones?
De manera general, puedo decir que todos vivimos diferentes tensiones en nuestras vidas. La diferencia se encuentra en la manera en la que las enfrentamos. La ansiedad y la depresión se relacionan con la enfermedad cardíaca. Además, existe evidencia de que emociones tales como la ira y la hostilidad están asociadas a un peor pronóstico en pacientes con enfermedad coronaria preexistente, especialmente en hombres. ¿Qué podemos hacer para revertir estas emociones y el estrés? Tener un sentido o propósito vital significativo nos ayuda a superar y recuperarnos de las situaciones estresantes. Asimismo, mantener lazos sociales y afectivos es importante porque -hoy sabemos- las personas que viven aisladas se enferman más. También, por supuesto, hacer ejercicio físico, ya que genera endorfinas que calman los dolores y nos hacen sentir bien.