El encuentro, disputado en Gold Coast, comenzó de manera auspiciosa para el conjunto albiceleste, con tries de Nicolás Sánchez y Bautista Delguy, lo que le permitió irse arriba en el descanso.
En el complemento, y con nuevos aportes de Sánchez y Emiliano Boffelli de penal, el equipo argentino logró aguantar el resultado, en un final no apto para cardíacos que coronó una brillante actuación para el los dirigidos por Ledesma.
Es la segunda victoria en tierras australianas en la historia de los Pumas. La última vez que el combinado había conseguido derrotar a los Wallabies de visitante fue en 1983, con tries de Buenaventura Mínguez y Tomás Petersen.
Para Australia, es la quinta derrota en seis partidos, lo que lo ubica en el último lugar de la tabla con apenas 5 puntos, por debajo de Argentina y Sudáfrica, con 8 y 10 respectivamente.
En tanto, en el otro duelo de la jornada, los All-Blacks cayeron por primera vez de local en más de nueve años ante Sudáfrica, por 36 a 34.
El equipo neozelandés, que buscaba levantar su tercer título consecutivo ante los Springboks, cayó en un partido trabado en el que su estrella, Beaden Barrett, se mostró imprecisa en la construcción del juego y con cuatro conversiones erradas (dos de ellas frente a los postes).
A dos fechas del final, el equipo océanico mantiene una ventaja de seis puntos sobre sus rivales directos y deberá esperar al duelo contra la Argentina el próximo 30 de septiembre para asegurarse el título.
La última vez que los All-Blacks habían perdido ante un combinado nacional fue el 12 de septiembre del 2009, cuando cayeron también ante el combinado sudafricano por 32 a 29.