"No sé si quiero que mi viejo venga al casamiento acompañado. No lo tengo muy en claro, pero lo que sí sé es que le deseo lo mejor y que sea muy feliz con quien él quiera", sostiene Sabrina Artaza a propósito de Nito, en la previa de su primer protagónico en la obra musical "El Diluvio Que Viene" en el teatro Ópera de la calle Corrientes al 860.
Luego, agrega que "Con Cecilia Milone no tengo relación. Sin embargo, si mi viejo blanqueara cómo fue la situación amorosa, tendría que sentarme a charlar los temas que tenemos pendiente hace un tiempo", advierte.
Como ex amiga de Cecilia, de quien se distanció por dichos de la actriz acerca de su padre, se sincera diciendo que "No tengo ningún problema en sentarme algún día a tomar un café con ella y tratar de llegar a acuerdo para el bien de todos. No es algo que me plantee hoy. Al margen de mis diferencias con ella, lo que me importa es ver a mi viejo feliz. Si él está contento, el resto de las cosas importan muy poco".
Dueña de una carrera artística prometedora, reconoce que algunas vez le pesó su apellido: "Siempre tuve el prejuicio de que por ser la hija de Nito Artaza creyeran que era una acomodada. No hice audiciones ni me presenté a castings hasta que me sentí segura y preparada. Para eso, me esmeré en estudiar y prepararme artísticamente para esta oportunidad de protagonizar semejante obra como la que tengo hoy en día. Es un lujo pero nadie me regalo nada. Me lo gané con mucho esfuerzo y sacrificio".
Pronta a convertirse en la mujer de su primo, confiesa que "nunca pensé que iba a casarme. Nunca vi algo necesario ni obligatorio el tener que casarse, pero cuando conocí a mi novio, todo cambió. Me enamoré perdidamente porque encontré mi alma gemela en el mundo. Siento que estamos hechos el uno para el otro, y nada puede salir mal. Me caso en noviembre muy feliz y con muchas ganas de pasar el resto de mi vida a su lado".
Con respecto a la vida amorosa de su padre, revela que "Si bien nunca confirmó muchos romances, siempre he tenido buena relación con sus amores. Por ejemplo, con Silvina Scheffler, su última novia, tuve una muy buen relación, si bien no éramos íntimas amigas, teníamos buena onda. Mi viejo tiene que comenzar a vivir su vida sin ningún tipo de culpa y dejando de lado las cosas que no importan. Es como el dicho 'sólo se vive una vez' por lo que hay que dejar de lado cualquier pequeñez que pueda afectarnos y vivir una vida llena de amor y paz".
Además de ser un capocómico, su padre descubrió en la política su vocación de servir: "Le he sugerido muchas veces que se baje de la vida política porque es todo bastante sucio y con muchos negociados. Papá es una persona intachable, pero cuando ves en el terreno que se mete, descubrís la corrupción que hay alrededor de aquellos que supuestamente tienen que servirnos a nosotros, el pueblo. Él siempre quiso lo mejor para su provincia y por eso luchó durante toda su estadía en el Senado. Para mí es un orgullo que haya sido de los senadores con mayor cantidad de leyes promovidas y aprobadas, porque eso demuestra su afán de trabajar por y para la gente. Si bien le gusta mucho discutir ideas políticas, su mejor virtud es que sabe respetar a los que piensan distinto a él. Es un hombre pacificador y de mucho diálogo, cosas que no abundan por estos días".
Con respecto a su futuro laboral, la artista desliza que "tengo ganas de volver a hacer mi unipersonal "Cliché" en el cual canto canciones popularmente conocidas traducidas al francés".