El interés por la HTA en la infancia y adolescencia empezó a surgir en los últimos 40 años. El primer obstáculo fue como definir HTA en esta etapa ya que no se conocían los valores normales; se obtuvieron datos de PA en niños que se publicaron como tablas de percentilos basadas en la edad, sexo y talla y que sirven al pediatra para el diagnóstico.
La hipertensión resulta de una combinación de factores genéticos y ambientales entre los cuales la historia familiar es un factor de predicción muy destacado: el 60% de los niños hipertensos tienen al menos un padre con HTA. En efecto, está demostrado que existe asociación entre la PA de los padres y la PA de sus hijos: la presión sistólica es significativamente mayor en los hijos e hijas de padres hipertensos, y aumenta más con el tiempo que los hijos e hijas de padres normotensos.
Cuando cumplen 18 años, la HTA en los padres predice la PA independientemente del peso al nacer, el estado físico, el peso y el consumo de alcohol. Incluso la HTA en la madre es un predictor más fuerte que en el padre. Si éste es hipertenso existe un 30% más de posibilidades de encontrar a un hipertenso en la consulta, y si es la madre, el riesgo es un 50% mayor. Si ambos padres son hipertensos, la probabilidad es considerablemente mayor: si esperábamos encontrar a 1 de cada 10 adolescentes con elevación de la PA, encontraríamos a 1 de cada 4, independientemente de su edad y peso. Y si ambos padres son hipertensos antes de los 55 años, 1 de cada 3 niños presentarán HTA, llegando a 2 de cada 3 cuando cumplan los 35 años. Si un hermano está afectado la probabilidad de que otro hermano sea hipertenso será de 1 cada 3. Además, los niños con sobrepeso tienen el doble de riesgo de presentar HTA y los obesos, más del triple a una determinada edad.
El niño hipertenso ingresa gradualmente a su estado hipertensivo. Lo hace sin presentar ningún síntoma relacionado con su presión (incluso durante décadas) y muestra cifras elevadas de PA ante situaciones de estrés o dolor. Se han hallado estrías lipídicas (placas de grasa y colesterol) en las arterias de niños ya desde de los 3 años de vida, constituyendo éstas el inicio de la lesión aterosclerótica. El número y extensión de dichas lesiones aumentan en el transcurso de la vida según los niveles de colesterol, la PA sistólica y diastólica, el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo y la historia familiar de HTA. Estos hechos hacen que sea fundamental un interrogatorio sobre los antecedentes familiares para predecir el riesgo de HTA en los niños y niñas y el control de la presión arterial en cada visita al médico pediatra.i
Asesoró: Dr. Fernando Burgos, MN. 81759. Red de Pediatras