A través de la aplicación de ondas de choque de baja intensidad para estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos ayudan a más de la mitad de la población masculina de entre 40 y 70 años que padece impotencia.

Un tratamiento no invasivo a partir de un equipo de última generación fue incorporado por el Hospital Italiano de Buenos Aires para combatir la disfunción eréctil, cuadro que afecta a más de la mitad de la población masculina entre los 40 y los 70 años.

El tratamiento consiste en la aplicación de ondas de choque de baja intensidad para estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos en el órgano sexual masculino. Está recomendado principalmente para pacientes con alteraciones vasculares o con contraindicación para elconsumo de fármacos facilitadores de la erección y tiene entre un 60% y 70% de efectividad.

Este innovador procedimiento se traduce en significativos beneficios para el paciente dado que trata la causa y no el síntoma, por lo cual el paciente podrá prescindir del consumo de fármacos facilitadores de la erección que obligan a programar las relaciones sexuales y pueden estar contraindicados y/o causar efectos adversos. A su vez, es un tratamiento no invasivo y ambulatorio, a diferencia de otras terapéuticas que implican un procedimiento quirúrgico y su posterior internación. Además, no requiere el uso de anestesia porque no produce dolor, ni tiene efectos adversos.

El tratamiento se realiza en cuatro sesiones de 20 minutos de duración. En cada sesión, el médico aplica ondas choque de baja intensidad a través de un transductor, cubriendo un área de 7 centímetros de longitud. En cada sesión el equipo se coloca en cuatro posiciones, una a cada lado del pene y en las raíces penianas.

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