También conocido como amianto, es una fibra mineral natural que se utilizó históricamente como aislante del fuego, tanto en industrias como en hogares. En Argentina, está prohibido desde 2001, pero sus efectos cancerígenos y respiratorios tardan años en manifestarse, por lo que muchos desconocen que es el verdadero causante de sus afecciones.

Este martes, los trabajadores del subte decidieron parar desde las 20 hasta la finalización del servicio, por un reclamo que lleva tiempo: la posible aparición de asbesto, un material prohibido y cancerígeno, en el ámbito laboral. Acá un repaso de un elemento mortal, también conocido como amianto.

¿Qué es el asbesto?

Si bien en Argentina no existen estadísticas sobre el amianto, los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son preocupantes: en el mundo, hay unas 125 millones de personas expuestas a este mineral en el lugar de trabajo, lo que causa más de 107 mil muertes anuales por cáncer de pulmón relacionado con el asbesto, mesotelioma y asbestosis.

El amianto o asbesto es una fibra mineral natural que, por sus características tecnológicas excepcionales, se utilizó en múltiples aplicaciones en construcción, industria y productos de gran consumo. Este mineral es un aislante del calor y el fuego, por lo que se lo podía encontrar tanto en fábricas y pastillas de freno de autos, como en estufas a kerosene y tablas de planchar. En construcción, aún se lo encuentra como aislante térmico e impermeabilizante revistiendo piezas portantes de acero, calderas metálicas y antepechos de ventanas de madera con radiadores, adhesivos para baldosas y como aislante acústico en spray, entre otros usos.

Esta fibra "está compuesta por un conjunto de miles de fibrillas elementales sólidamente unidas". Su alta toxicidad reside en que esas fibrillas pueden separarse con facilidad en fibras cada vez más finas hasta llegar a tamaños microscópicos: billones de ellas pueden estar en el ambiente y ser transportadas por corrientes de aire hasta distancias considerables.

En la Argentina, el uso del asbesto fue prohibido en el ámbito nacional a través de la Resolución Nº 845/00 del Ministerio de Salud de la Nación, y la Resolución Nº 823/01 del Ministerio de Salud de la Nación. Pero lo que no establecen ninguna de las dos resoluciones es el retiro de este mineral ya instalado en miles de lugares.

Peligro silencioso

El amianto es considerado sumamente tóxico para el sistema respiratorio. Su peligrosidad recae en la biopersistencia de las fibras en los pulmones, esto es, que no se eliminan y pueden permanecer intactas por muchos años, lo que le da suficiente tiempo al organismo para que desarrolle formaciones cancerosas. Lo alarmante es que no hay cantidad mínima de fibras inhaladas para causar daño: una sola incrustada en el pulmón alcanza.

"Hay una característica muy particular del amianto y es que las enfermedades se producen entre 15 y 20 años después de la exposición", explica Mariano Acevedo, abogado y presidente de la Asociación Argentina de Expuestos al Amianto (ASAREA). "Muchas veces, el afectado no relaciona la enfermedad con el trabajo de 20 años atrás", concluye.

Si bien la industria desarrolló productos alternativos, muchas fábricas siguen conservándolo y poniendo en riesgo no sólo a sus empleados, sino a los habitantes de los barrios o localidades donde están instaladas. "Lo que sucede es que el amianto es muy barato y muy eficiente como aislante térmico", agrega Acevedo. Más allá de la prohibición de su uso, una correcta utilización, tomando los recaudos necesarios (y costosos), no debería ocasionar problemas. Pero, por lo general, no se toman.

Acevedo decidió armar la asociación civil ASAREA en 2005, desde donde "hacemos concientización sobre el riesgo del amianto y las precauciones que hay que tomar donde está instalado este mineral". La asociación es interdisciplinaria y por eso también cuenta con asesoramiento de médicos, ingenieros industriales y abogados.

Enfermedades asociadas al amianto

Asbestosis

Se define como una fibrosis intersticial pulmonar difusa producida por exposición a polvo de amianto, que puede afectar al parénquima y a la pleura visceral y parietal.

Síntomas: disnea y tos, crepitantes inspiratorios en campos medios y bases pulmonares, y acropaquia. Pueden producirse anomalías funcionales respiratorias tales como alteración de la difusión alveolocapilar y un patrón restrictivo que puede asociarse a obstrucción. La disminución de la capacidad de difusión pulmonar es el parámetro que se altera más precozmente y su deterioro suele ir parejo a la evolución de la enfermedad. La alteración de la función pulmonar puede continuar aun cuando ha cesado la exposición y en ausencia de signos radiológicos de asbestosis, y parece haber relación dosis-respuesta entre aquélla y el nivel de exposición.

La disnea al esfuerzo es habitualmente el primer síntoma, aunque es de aparición tardía, tras 15-20 años del comienzo de la exposición. La tos es no productiva, y no aparece en todos los casos. En estadios avanzados puede aparecer astenia, cianosis y síntomas de cor pulmonale.


Mesotelioma maligno


Es un tumor difuso maligno del mesotelio, que puede afectar a la pleura, el peritoneo y el pericardio, aunque es más frecuente la localización pleural. La localización peritoneal requiere una mayor exposición al asbesto.

El mesotelioma pleural se asocia a asbestosis en un 25% de los casos, mientras que el mesotelioma peritoneal se asocia frecuentemente a la asbestosis, debido en estos casos a exposiciones intensas al amianto. La gran mayoría de mesoteliomas se deben a la exposición a asbesto (en el 80-85% se constata exposición laboral). El tabaquismo y la presencia de metales o de sustancias orgánicas parecen no tener influencia en el riesgo de contraer la enfermedad.

El mesotelioma pleural cursa con derrame pleural, disnea y dolor torácico. Puede acompañarse de derrame o engrosamiento pleural.

Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón por exposición al asbesto puede pertenecer a cualquier tipo histológico, y su historia natural no difiere de la del cáncer producido por otras causas. Parece existir una relación dosis-respuesta entre el riesgo de contraer cáncer de pulmón y el nivel de exposición a asbesto; exposiciones muy bajas parecen no incrementar el riesgo. El riesgo de cáncer de pulmón se incrementa notablemente si la exposición al asbesto se combina con el hábito tabáquico.

La atribución del cáncer al asbesto se basa en la historia anterior de exposición a este producto. Se requiere un período de latencia mínimo de 10 años.

El caso de la multinacional Eternit

Eternit es una empresa multinacional dedicada a la construcción de tanques de agua, techos y tuberías con fibrocemento que fue condenada por ocasionar la muerte de cerca de 3 mil habitantes en Casale Monferrato, un pueblo de Italia, por la utilización de amianto.

En San Justo, provincia de Buenos Aires, funciona una fábrica de Eternit, con características muy similares a la que la multinacional poseía en ese pueblito italiano, que está siendo investigada por presuntos daños a la salud de los operarios y vecinos de su planta industrial de la localidad bonaerense de San Justo.

"Creemos que puede haber más trabajadores y familias seriamente afectadas por la exposición indirecta al amianto, como así también daños muy graves al medio ambiente. Les pedimos a los vecinos, a toda la comunidad, que denuncie si padecen enfermedades relacionadas con el asbesto", explicó Acevedo.

Según el denunciante, un ex trabajador de la empresa, en esa planta se utilizaba el amianto sin la protección correspondiente.

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