En Dubái, una cafetería rompió un récord mundial: sirvió la taza de café más cara del planeta, hecha con granos panameños únicos y un método artesanal de preparación.
El café, una de las bebidas más consumidas del mundo, alcanzó un nuevo nivel de lujo en Dubái. El pasado 13 de septiembre, la cafetería Roasters Specialty Coffee House se convirtió en noticia mundial tras servir una taza valuada en 2.500 dirhams (680 dólares), cifra que la hizo ingresar al Libro Guinness de los récords.
¿Pero qué tiene de especial una taza que cuesta lo mismo que un pasaje de avión? La clave está en el grano utilizado y en la preparación manual. El café elegido fue el Hacienda La Esmeralda Geisha, originario de Panamá. Esta variedad es considerada una de las más raras y exclusivas del mundo, reconocida por su aroma floral, su dulzura afrutada y una producción extremadamente limitada que eleva su precio a niveles de lujo.
La bebida no se sirvió de cualquier manera: se preparó con el método pour over, un sistema que requiere verter agua caliente lentamente sobre el café molido, dejándola filtrar gota a gota. Este proceso, más lento y delicado, permite extraer todos los matices de sabor y aroma que hacen famoso a este grano.
Según Konstantin Harbuz, cofundador de la cafetería, este récord no solo premia a su equipo, sino que también confirma a Dubái como un destino internacional para experiencias gourmet únicas. En una ciudad acostumbrada a los lujos extremos, la noticia no sorprende tanto como el detalle de que un café pueda costar lo mismo que una noche en un hotel cinco estrellas.
Este hito refleja cómo el café, más allá de ser una bebida cotidiana, también puede convertirse en un símbolo de exclusividad y sofisticación cuando se combina con tradición, rareza y un escenario dispuesto a pagar por lo extraordinario.
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