Ubicado entre los juegos famosos, el Estanciero representa la mejor adaptación local del Monopolio, de origen norteamericano. Fiel a la idiosincrasia del poder en Argentina, realza la acumulación de propiedades y sus beneficios teniendo al dinero como eje principal.

Aunque el origen del Estanciero no está demasiado claro. Se cree debido a la fecha de su primera edición, que fue en 1942, y su similitud con el Monopolio, que luego del lanzamiento de ese juego por parte de una conocida empresa de juegos, a partir de 1935, alguien lo trajo a la Argentina adaptándolo con una temática campestre.

De la misma forma que en el Monopolio, los participantes se reúnen con el objetivo de comprar y vender, tratando de acumular ganancias, utilizando un tablero, dados, fichas, billetes para el juego y tarjetas. Los jugadores pueden ser de 3 a 6. Si hubiese mas de 6 personas, uno puede ser el Banquero. Caso contrario un jugador hace las veces de jugador y banquero.

El tablero para este juego está diseñado con casilleros numerados donde se representan distintas provincias argentinas, las que se encuentran divididas en zonas norte, centro y sur. Durante el desarrollo del juego, los participantes deben ir comprando una a una las zonas hasta adquirir toda la provincia, lo que lo habilita a crear estancias o chacras, pudiendo así aumentar el valor del "alquiler" que pagarán quienes caigan en esos casilleros.

Al comenzar a jugar a El Estanciero cada participante recibe $35.000 en billetes los que pueden ser repartidos de acuerdo a la estrategia que haya adoptado el jugador. Éstos pueden invertir su dinero, no sólo en la compra de tierras, sino también para adquirir compañías que pueden ser ferrocarriles, bodegas, ingenios y compañías petroleras.

Juego estratégico, los participantes deben buscar incrementar la suma de dinero que poseen y es ahí donde juegan un papel importante los alquileres y los impuestos que se cobran cada vez que un jugador cae en un casillero especial; así por ejemplo la tasa por pasar por una casilla marcada con un ferrocarril puede ir desde los $500 hasta los $4000.

Los precios de las distintas "tierras" disponibles durante el juego, están establecidos en una serie de tarjetas y varían de acuerdo a lo que hay en ellas y a qué distancia se encuentran del punto de partida. Para avanzar los casilleros se utilizan los dados y, al arrojarlos los jugadores también podrían caer en casilleros que tienen una premisa. Por ejemplo en 'el descanso', que le da al jugador la posibilidad de no moverse durante 3 turnos; en el 'marche preso' , mediante el cual se envía al jugador hasta el casillero de cárcel de donde sólo podrá salir si paga una fianza de $ 1.000, utiliza las tarjetas correspondientes de destino o suerte, o saca un doble con los dados.

La casilla que indica 'comisaría' le permite a algún jugador que no haya caído en la casilla 'marche preso', que salga de ahí sin pagar nada. También se puede caer en la casilla 'estacionamiento libre', que le permite un "descanso". El juego cuenta con 32 tarjetas, divididas en partes iguales en "suerte" y "destino", las que hacen que un jugador pueda ganar o perder dinero.

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