Suerte
La fuerza cósmica y de orígenes tan insondables como universales y misteriosos es otorgada por decisión divina que sólo es accesible a seres especiales, mágicos Y bondadosos. Atentos a recibirla entonces.
A propósito de la proximidad del Día del Mate, a celebrarse el segundo fin de semana de setiembre, traigo a colación a un habitante mágico de la Naturaleza: se trata del gnomo Meretites, quien vive en lo profundo de la selva misionera. De todos los Gnomos es el más atractivo. De cabellera lacia color marrón verdoso, solía cuidar con afecto a un viejo padre indio casi ciego que se había negado a seguir el curso de la nómade tribu a la que pertenecían. Este viejo aborigen supo decir: Ya no tengo fuerzas para cambiar de morada.
Así fue como Meretites respetó su deseo, caminaron juntos y descansaron bajo distintos árboles, entre ellos el que daba al anciano, paz y energía. Meretites fue reconocido y visto por muchos aldeanos de Misiones y Corrientes, y los mismos le dejaban tabaco y vino tinto en la puertas de sus viviendas para que este gnomo los proteja y les de abundancia Y así el Gnomo cumplía, ya que su bondad y otorgamiento de suerte abarcaba a todos.
Así pasaba el tiempo protegiendo al indio viejo y alimentándolo con frutos y pescando y sosteniéndolo en la misma selva donde este anciano decidió vivir.
Una tarde de mucho calor el Gnomo Meretites le dijo al anciano que le iba a dar un gran secreto que pasaría las fronteras y que ya había llegado la hora que lo sepa, plantó cerca de él un pequeño árbol al que el anciano tendría que regar siempre, así fue como se hizo y al poco tiempo ese árbol era robusto y grande. Así fue como Meretites enseña al viejo indio el secreto que de esas hojas se podía tomar una bebida gratificante que calmará su sed, curará sus males y lo acompañará por siempre.
Y Meretites desapareció, mientras tanto el viejo indio así lo hizo y se fue recuperando milagrosamente, y llegó caminando a una gran Aldea donde reveló su secreto. Entonces fue recompensado. La bebida fue adaptada en sus formas y uso y se comenzó a tomar con una especie de tubito realizado con una caña, lo que hoy conocemos vulgarmente como bombilla.
El Gnomo Meretites, miraba de lejos y se regocijaba sabiendo que el humano lograba aceptarla ya que eso mismo tenía propiedades benéficas a sus cuerpos. El viejo indio ya recuperado llamó a Meretites para agradecerle y el gnomo de la selva se hizo presente y le dio otros secretitos: "Diles a los humanos que cuando quieran convocarme para su suerte sólo dejen cada 21 días en algún costado de la entrada de su casa o jardín o cantero lo siguiente: En un recipiente de vidrio, 7 monedas doradas de curso legal, una capa de azúcar negra y yerba mate pura, o sea su ningún aditivo extra. Esto mismo se dejará por 21 días y, cumplidos estos, se recambiará por otro nuevo". Meretites aseguró que al hacer esto deben llamarlo y pedirle lo que se necesite. El estará siempre ahí brindando y energizando su deseo. Es el propio gnomo quien también nos revela el lenguaje del mate:
Mate amargo: indiferencia, no esperes nada,
Mate dulce: estoy a gusto amistad.
Mate muy dulce: te miro con otros ojos.
Mate con canela: amor, me estás interesando.
Mate con café: dinero quiero ganar en el juego.
Mate con leche: amistad respetuosa, estima.
Mate con romero: salud.
Mate con miel: muero de amor, casamiento.
Mate con cedrón: acepto.
Mate con limón: prefiero no verte.
Mate con té: indiferencia.
Mate con azúcar quemada: dinero simpatía, estoy pensando en vos.
Mate con cáscara de naranja: vení a buscarme, quiero que vuelvas.
Mate con ombú: tu visita es indeseable.
Mate muy caliente: yo también estoy ardiendo de amor.
Mate frío: desprecio.
Mate hirviendo: odio.
Mate tapado: búscate otra.
Mate espumoso: te amo demasiado.
Mate lavado: andate a tomar a otro lugar.
Mate largo: visita poco grata.
Mate corto: quiero verte más seguido.
Meretites, después de estos consejitos y de lenguaje, te da los números materos el 45, el 89, el 71, y de yapa el 176 ¡Mucha suerte y a tomar mate!
Así pasaba el tiempo protegiendo al indio viejo y alimentándolo con frutos y pescando y sosteniéndolo en la misma selva donde este anciano decidió vivir.
Una tarde de mucho calor el Gnomo Meretites le dijo al anciano que le iba a dar un gran secreto que pasaría las fronteras y que ya había llegado la hora que lo sepa, plantó cerca de él un pequeño árbol al que el anciano tendría que regar siempre, así fue como se hizo y al poco tiempo ese árbol era robusto y grande. Así fue como Meretites enseña al viejo indio el secreto que de esas hojas se podía tomar una bebida gratificante que calmará su sed, curará sus males y lo acompañará por siempre.
Y Meretites desapareció, mientras tanto el viejo indio así lo hizo y se fue recuperando milagrosamente, y llegó caminando a una gran Aldea donde reveló su secreto. Entonces fue recompensado. La bebida fue adaptada en sus formas y uso y se comenzó a tomar con una especie de tubito realizado con una caña, lo que hoy conocemos vulgarmente como bombilla.
El Gnomo Meretites, miraba de lejos y se regocijaba sabiendo que el humano lograba aceptarla ya que eso mismo tenía propiedades benéficas a sus cuerpos. El viejo indio ya recuperado llamó a Meretites para agradecerle y el gnomo de la selva se hizo presente y le dio otros secretitos: "Diles a los humanos que cuando quieran convocarme para su suerte sólo dejen cada 21 días en algún costado de la entrada de su casa o jardín o cantero lo siguiente: En un recipiente de vidrio, 7 monedas doradas de curso legal, una capa de azúcar negra y yerba mate pura, o sea su ningún aditivo extra. Esto mismo se dejará por 21 días y, cumplidos estos, se recambiará por otro nuevo". Meretites aseguró que al hacer esto deben llamarlo y pedirle lo que se necesite. El estará siempre ahí brindando y energizando su deseo. Es el propio gnomo quien también nos revela el lenguaje del mate:
Mate amargo: indiferencia, no esperes nada,
Mate dulce: estoy a gusto amistad.
Mate muy dulce: te miro con otros ojos.
Mate con canela: amor, me estás interesando.
Mate con café: dinero quiero ganar en el juego.
Mate con leche: amistad respetuosa, estima.
Mate con romero: salud.
Mate con miel: muero de amor, casamiento.
Mate con cedrón: acepto.
Mate con limón: prefiero no verte.
Mate con té: indiferencia.
Mate con azúcar quemada: dinero simpatía, estoy pensando en vos.
Mate con cáscara de naranja: vení a buscarme, quiero que vuelvas.
Mate con ombú: tu visita es indeseable.
Mate muy caliente: yo también estoy ardiendo de amor.
Mate frío: desprecio.
Mate hirviendo: odio.
Mate tapado: búscate otra.
Mate espumoso: te amo demasiado.
Mate lavado: andate a tomar a otro lugar.
Mate largo: visita poco grata.
Mate corto: quiero verte más seguido.
Meretites, después de estos consejitos y de lenguaje, te da los números materos el 45, el 89, el 71, y de yapa el 176 ¡Mucha suerte y a tomar mate!
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