En el Punto y Banca pueden participan varios jugadores (apostantes) que juegan contra el casino, pudiendo apostar tanto contra la banca (punto) como a favor de ella (banca). Es una variante americana del bacarrá de carácter más popular, ya que al hacerse todas las apuestas contra el casino y no entre los jugadores, el jugador puede apostar cualquier cantidad comprendida entre el mínimo y el máximo establecido por la mesa.
Los "jugadores" de punto y banca no son jugadores de una partida de cartas en el sentido habitual con el que se entiende esta expresión, sino que son apostantes de una de estas dos suertes: punto o banca.
La baraja que se utiliza es la francesa. Deben tener índices pequeños y su tamaño debe ser de 57 por 88 milímetros. Según el criterio de los casinos, también se pueden utilizar las barajas inglesas. Las cartas tienen el valor indicado por su índice desde el as (1) al nueve (9), excepto los dieces y las figuras (cartas blancas) que valen 0 puntos.
El valor de las dos (o tres) cartas del jugador es igual a las unidades de su suma. Es decir, para conocer el valor de una mano hay que sumar el valor de las cartas que la componen y despreciar las decenas, ya que sólo valen las unidades. Por ejemplo, una mano con un ocho y un tres vale un punto ya que la suma de 8 y 3 es 11.
Cada jugador recibe dos cartas, a las que puede añadirse una tercera de acuerdo con las leyes del juego. Puede observarse que no siempre esta tercera carta mejora el valor del mano, ya que incluso debido a que sólo cuentan las unidades de la suma puede empeorar el valor de la mano. El nueve es la combinación máxima en el juego.
Para iniciar el juego, se procederá primero al recuento, mezcla y corte del mazo, que se colocará en el interior del sabot. En la parte final del mazo y de modo que queden por lo menos siete cartas se colocará una carta bloqueo, cuyo color le permita diferenciarla de las demás, que indicará el final de la talla. Cada jugador puede apostar por punto o por banca colocando las fichas, que ha comprado en la caja o en la mesa de juego, en la zona del número correspondiente al departamento frente al que está sentado indicada como punto o banca. En ningún caso se aceptan apuestas que no se han emplazado antes de la orden del croupier de "no va más".
El distribuidor saca dos cartas cubiertas para el punto, que el croupier entrega al jugador sentado con mayor apuesta a favor de este lance.
El jugador que tiene las cartas de punto las da vuelta y el croupier canta su valor. En ese momento, el jugador que hace de banca da la vuelta a sus dos cartas, que suman sólo las unidades de cada una y es cantada por el croupier en algunos casinos, el croupier toma estas cartas y las coloca a su izquierda. Según el valor de las cartas puede ser que la mano termine o se pida una tercera carta.