Un grupo de 20 familias tomó otras tantas viviendas sin terminar del barrio que se construía en Escalada y Edison de La Saladita, Sarandí, a raíz del temor que las mismas fueran adjudicadas a otras personas no incluidas en un Plan Federal que desde hace 6 años llevaba adelante el gobierno nacional anterior con seguimiento municipal, pero las casas-dúplex, nunca tuvieron el final de obra.
Se trata de un proyecto de 60 viviendas algunas de las cuales ya en octubre del año pasado hubo adjudicatarios que decidieron ocuparlas pese a que faltaban pisos, puertas, ventanas y revestimientos, mientras el municipio de Avellaneda trataba de calmar las aguas ante los reclamos, pero a su vez había hecho un acto donde 15 unidades iban a destinarse a otras familias que no pertenecían al plan original.
Al respecto, Luis Esteban Revertia, un vecino al tanto de la situación, precisó que “en la madrugada del miércoles se instalaron 20 familias en las casas aún sin terminar, porque estaban cansados de esperar y sabían que había otras anotadas en la Municipalidad a las cuales se les prometieron viviendas, pero no eran del Plan Federal”.
Asimismo, corroboró que “hubo una entrega anterior sin puertas, revoques ni otros elementos a vecinos en un especie de acuerdo con la intendencia de que ellos las terminaban, fueron sólo 15 familias, y las demás viviendas el municipio trató de concluirlas con cooperativistas, pero no fue así”.
El caso, fue que “gente beneficiaria ocupó casas no terminadas para que no se les quite la adjudicación que por papeles ya tenían y miedo a que se las entreguen a otras personas vinculadas políticamente al municipio. Se mudaron con lo puesto” dijo Luis Revertia, que hace dos mes había denunciado las irregularidades.
“Los vecinos adjudicatarios se metieron en la casas, ellos tienen papeles de preadjudicación desde hace varios años, y no querían perder ese derecho adquirido”, dijo.
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