Hace 43 años falleció uno de los escritores latinoamericanos más importantes de todos los tiempos. Con grandes obras y poemas eternos, el chileno se metió en la historia de la la literatura.

No todos saben que cuando nació sus padres le pusieron el pomposo Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto. Sin embargo, a los 17 años adoptó su seudónimo que lo distinguiría a lo máximo de su especialidad, tomado de un poeta checo al que había leído, aunque se duda de que accediese a sus traducciones. Lo cierto es que el día de su muerte, el 23 de septiembre de 1973, Ricardo fue homenajeado y enterrado como se lo conoció a lo largo de toda su vida: Pablo Neruda.

Ya desde muy joven comenzó a vincularse a las letras y el seudónimo contribuyó a ocultarse del malestar de su padre ferroviario por tener un hijo literato. La mudanza a Temuco de su padre y su nuevo casamiento, en segundas nupcias, con Trinidad Candia Marverde, ya que su madre había fallecido cuando apenas tenía un mes de edad, lo marcó. Pablo ingresa al Liceo de Hombres de Temuco, donde realiza todos sus estudios hasta terminar el 6º año de humanidades en 1920.

Luego de incursionar con algunos escritos en revistas, que incluso lo llevan a conocer a Gabriela Mistral, adopta definitivamente el seudónimo de Pablo Neruda para sus publicaciones, hasta obtener el primer premio en la Fiesta de la Primavera de Temuco. Antes de los 20 años era un reconocido hombre de las letras y comienza a preparar dos libros: Las ínsulas extrañas y Los cansancios inútiles, que no publica pero integrarán Crepusculario.

      pablo neruda.JPG

Siguió su carrera de letras en Santiago y en 1923 publicó Crepusculario y en 1924 su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada, donde todavía se nota una influencia del modernismo.

Pero hacia 1926 incurriría en el vanguardismo en tres breves libros publicados: El habitante y su esperanza, Anillos (en colaboración con Tomás Lago) y Tentativa del hombre infinito.

Pero la vida de Neruda no estuvo sólo atada a la literatura. Con sólo 23 años comenzó su larga carrera diplomática siendo cónsul en Rangún, Birmania, desde donde se desarrolla un notable epistolario con el escritor argentino Héctor Eandi. Luego fue cónsul en Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires -donde conoció a Federico García Lorca-, Barcelona -donde conoció a Rafael Alberti- y Madrid.

El 6 de diciembre de 1930 se casó con la neerlandesa María Antonia Hagenaar Vogelzang, Maruca y la hija nacida de esta unión, Malva Marina Trinidad, padecía hidrocefalia y murió en 1943, a los ocho años.

      Neruda_.jpg

Neruda se separó a la distancia, desde México, de Hagenaar en 1936, pero no fue aceptado por la justicia chilena.

Al estallar la Guerra Civil Española, y con conmovido por el asesinato de su amigo García Lorca, Neruda se comprometió con los republicanos, primero en España y luego en Francia, donde comenzó a escribir España en el corazón (1937). Ese mismo año regresó a Chile, y su poesía durante el período siguiente se caracterizó por una orientación hacia cuestiones políticas y sociales.

Regresó a Chile en 1943 para casarse con Delia de Carril, en un matrimonio que no fue reconocido por la justicia chilena debido a que su divorcio de Maruca fue declarado ilegal. Y en 1945 se producen dos hitos en su vida: recibe el Premio Nacional de Literatura y es electo senador por las provincias de Tarapacá y Antofagasta, para unirse al Partido Comunista, donde militaban sus dos más férreos rivales, los poetas Pablo de Rokha y Vicente Huidobro.

Pero comenzaría la primera de las persecuciones. Es por eso que decide el exilio, viviendo en Capri y Nápoles con quien sería su futura esposa, Matilde Urrutia. En 1952 recibe la noticia de que ya no era buscado y podía volver a Chile, adonde regresa el 12 de agosto. Lo esperaba su mujer Delia del Carril y es recibido con varios actos públicos.

      Neruda_3.jpg

En el exilio publicó, de manera anónima, Los versos del capitán y ya en Chile Las uvas y el viento (en donde se encuentra una elegía a Stalin) y Odas elementales. En 1953 recibe el Premio Stalin para la Consolidación de la Paz entre los Pueblos. Promediando la década del '50 lograría la separación de su esposa Delia, y comenzó a vivir con Matilde Urrutia.

Pero la década del '60 le tenía destinada el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford, el Reino Unido y en 1966 pudo contraer matrimonio con Matilde después del fallecimiento de Maruca, su primera mujer.

El 21 de octubre de 1971, Neruda fue galardonado con el Nobel y viajó a Estocolmo a recibirlo. En sus Memorias, el poeta recuerda: "El anciano monarca nos daba la mano a cada uno; nos entregaba el diploma, la medalla y el cheque [...] Se dice (o se lo dijeron a Matilde para impresionarla) que el rey estuvo más tiempo conmigo que con los otros laureados, que me apretó la mano con evidente simpatía. Tal vez haya sido una reminiscencia de la antigua gentileza palaciega hacia los juglares".

      Neruda_2.jpg

Pero eligió su vida tranquila en Isla Negra, su hogar, aceptando algún que otro homenaje y renunciando a su cargo de embajador en Francia durante el gobierno de Salvador Allende. Su salud le estaba jugando una mala pasada y el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 resultó mortal tanto para sus ideales políticos como para su organismo. Falleció en Isla Negra el 23 de septiembre, 12 días después del golpe, y mucho se especuló en torno a la misma. Tanto que hace poco se exhumó su cadáver para comprobar si había sido o no envenenado. Sin embargo, su obra quedó plasmada para siempre y muchos, aunque no conozcan a Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto si saben de memoria lo que escribió su alter ego Pablo Neruda. Como esto:


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,

y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

y parece que un beso te cerrara la boca.

 

Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,

y te pareces a la palabra melancolía.

 

Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.

 

Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

 

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

      Embed


 




Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados