Los mozos que servían a los comensales incluso dejaron entrever que había una discusión entre ellos, gestos con las manos y
rotundas negativas en forma alta y repetitiva por parte de Armentano.
Luego de la cena, Armentano dejó estacionado su auto en las cocheras cercanas del Automóvil Club Argentino y caminó hacia su departamento en
Demaría y Sinclair en el barrio de Palermo. De imprevisto se le acercó una persona y
le disparó.
Peleó por su vida e incluso un diariero lo confundió con
un borracho, forcejeando con la puerta del edificio. Pasó otra hora más hasta que el encargado lo encontró
totalmente ensangrentado luchando por abrir esa puerta.
Subió
malherido los cinco pisos hasta que llegaron los médicos y la policía. Los peritos forenses confirmaron que el balazo le había anulado su cerebro y que esas últimas acciones fueron solo instintivas.
Los famosos recuerdan a Armentano Armentano murió tras
dos días de agonía en el Hospital Juan Fernández.
Los especialistas aseguraron que se trató de un
trabajo limpio, sin huellas ni testigos, ejecutado por un
homicida profesional. Un ataque en horas de la madrugada y recién siete horas después la policía dio aviso al juez de la causa, Miguel Angel Trovatto.
Familiares y amigos del empresario de la noche aseguraron que la causa estuvo
manipulada tanto por la Policía como por parte de la política. Incluso, llegaron a decir que en el lapso entre el ataque y el aviso al juez varias personas entraron en el departamento de Armentano para llevarse cosas.
Las
irregularidades llegaron hasta la instancia judicial: de las últimas cinco personas que charlaron y vieron con vida a Poli Armentano esa noche, la única que nunca fue llamada a declarar fue Ramón Hernández, por entonces
mano derecha del Presidente de la Nación.
La causa judicial pasó a lo largo de los años por más de 20 jueces y
se estancó en Tribunales y tras varios años de averiguaciones, incompetencia y complicidad político-judicial, la causa
prescribió en el año 2006.
Armentano fue el famoso dueño y propietario de los boliches
Trumps y
El Cielo, verdaderos templos de la movida porteña donde frecuentaban famosos del espectáculos y políticos de renombres.
Así lo cubrió Diario Popular:
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