“Yo me lo guiso, yo me lo como” es un recorrido por la vida y por el alma de una estupenda bailaora flamenca.
Carmen Mesa hace unos años cruzó el atlántico de la mano de un amor al que conoció en Andalucía y al que enamoró cocinándole su plato estrella: “pollo al ajillo”.
Carmen convierte a los espectadores en sus comensales, los lleva a su cocina y allí, en un acto de amor y agradecimiento por aceptar su invitación, les cocina ese plato tradicional que aprendió de su madre.
De su mano entre cantes, bailes, cazuelas, cucharones, aceite de oliva y ristras de ajo el espectador viaja por ilusiones, amores, desamores, olores y sabores que marcaron su infancia y su recorrido hasta llegar a la Argentina.
Todo un viaje con mucha poesía aderezado con música en vivo como ingrediente fundamental.
En un bio-drama escrito por Erika Halvorsen y dirigido por Gina Piccirilli, Carmen Mesa propone una historia plagada de ternura, con muchas risas y alguna que otra lagrimilla que se escapa por la nostalgia por el recuerdo.
La propuesta se lleva adelante los sábados, a las 21, en El Damero (Dean Funes 506). Sin lugar a dudas es una buena opción a la hora de salir a disfrutar de una obra de teatro en la amplia gama de opciones que nos ofrece la rica cartelera porteña.
La obra “El elogio de la risa” con Juan Leyrado debutará el 17 de marzo, a las 21, en El Multiteatro (Av. Corrientes 1283).
La edad, el tiempo y la risa; ¿quién no se preguntó alguna vez sobre estas tres cuestiones que nos acompañan desde el principio de nuestra existencia?
Leyrado se sube al escenario para ponerse en la piel de Antonio en ésta historia llena de audacia, valentía, amor, humanidad y, en especial, mucho humor.
Ésta obra es un homenaje a la vida, una celebración, una reflexión sobre nosotros como sujetos atravesados por el tiempo, por la edad y, sobre todo, por la experiencia de “vivir” más allá de las coyunturas, a veces difíciles, y a las que “por ser humanos” nadie escapa, pero que tal vez pueda ser muy diferente de la mano de la risa y del humor.
Un hombre muy singular aguarda por su mujer para festejarle su cumpleaños. Mientras espera, entre la impaciencia y el anhelo de celebrar, surgirán como destellos, casi como un cuento lleno de alegría y de una profunda humanidad, un entretejido de recuerdos, vivencias y sensaciones acerca de una historia de amor que tuvo su origen en la risa. Sí, una risa que tiene la particularidad de ser única. Única como la experiencia que emprenderá este hombre entrañable, que sin buscarlo ni imaginarlo, descubrirá una nueva mirada sobre su propia historia. Es que al escribirla en esta espera, se estará reescribiendo a sí mismo en otro tiempo, en otra edad.
Por Hernán Rizzone