David Nalbandian y Horacio Zeballos lograron hoy una indiscutida victoria en el dobles sobre Christopher Kas y Tobias Kamke, que significó el tercer punto en la serie frente a Alemania y la clasificación a los cuartos de final de la Copa Davis, donde enfrentará como local a la complicada Francia, en abril próximo.
Con casi el doble de público en el estadio Mary Terán de Weiss que en la primera jornada -unas seis mil personas-, los argentinos celebraron un triunfo inesperado por cómo llegaban ambos equipos a la serie, luego de las victorias del viernes de Carlos Berlcoq sobre Philipp Kohlschreiber y Juan Mónaco frente a Florian Mayer.
La contundencia del resultado del dobles (6-1, 6-4, 5-7 y 6-2) evidenció la intención de los albiceleste de no darle capacidad de reacción a Alemania, si es que le quedaban fuerzas luego del desgastante viernes en el que, además, habían sufrido la pérdida de su mejor jugador por lesión, Kohlschreiber.
Argentina se aseguró permanecer en el Grupo Mundial por undécima temporada consecutiva -nunca perdió en primera rueda desde su vuelta a la elite en 2002- y volverá a ser local por los cuartos de final ante Francia.
Para este domingo, a partir de las 11:00, está previsto que jueguen Juan Mónaco frente a Tobias Kamke en primer turno, seguido por Carlos Berlocq ante Florian Mayer, aunque podría haber modificaciones de los capitanes.
Hubo dos horas y 45 minutos de satisfacción, festejo, disfrute y de olvidar que hace un par de días este presente era inimaginable sin el as de espadas Juan Martín Del Potro en el equipo, y con Nalbandian y Mónaco recuperándose de molestias físicas. Los argentinos fueron casi únicos protagonistas en cancha -salvo un pequeño impasse en el tercer set-, sobre una dupla alemana improvisada por el capitán Carsten Arriens.
Kamke (91 del escalafón ATP single), quien había llegado como relleno al equipo, pasó a ser el nombre más importante para acompañar al experimentado Kas (69 del ránking de dobles), pero cuando se adaptaron al juego del otro ya era tarde para la reacción.
Fue una actuación casi sin fisuras de la pareja argentina, que tenía como único antecedente juntos en la Davis la gran victoria en Estocolmo en 2010 ante los suecos Robin Soderling y Robert Lindstet.
De entrada, los argentinos trataron de que los alemanes sintieran la presión de estar 0-2 en la serie y tener que buscar sí o sí la victoria.
Con un par de precisas devoluciones sobre las paralelas ante el saque de Kamke -quien debutaba en Copa Davis-, Nalbandian y Zeballos sacaron una primera ventaja que luego ampliaron ante el servicio de Kas.
La solidez en el servicio de los argentinos fue uno de los puntos altos en ese primer set, que tuvo a un Zeballos rozando la perfección y a Nalbandian -que llegaba con seis meses de inactividad- con su magia intacta.
El 6-1 con el que cerraron ese primer capítulo, más el comienzo favorable de la segunda manga con el quiebre tempranero en el tercer game sobre Kas, invitaban a soñar con un desenlace rápido.
Sin embargo, en la segunda mitad de ese parcial, fallaron como no lo habían hecho antes, y los alemanes tuvieron un triple break point sobre el saque de Zeballos.
Pero en una demostración de entendimiento y entrenamiento como pareja, los argentinos dieron vuelta el marcador, mantuvieron la diferencia y Nalbandian se encargó de cerrar con su servicio el 6-4 que amplió la ventaja.
El tercer set fue más atractivo para el público, porque los alemanes levantaron en su juego, se acomodaron en la cancha y atrasaron el desenlace.
Esa levantada de los visitantes se contrapuso con una merma en el juego de los locales, primero Zeballos y después Nalbandian, frustrados por no poder cerrar la historia en las oportunidades que se le presentaron.
Y en el duodécimo game, el unquillense entregó su servicio por primera y única vez en el partido, pero que sirvió para llevar el partido a un cuarto set.
Ese cimbronazo pareció despertar a los argentinos, que rápidamente en el primer game del cuarto capítulo, se quedaron con el saque de Kas y desactivaron el oscuro panorama en el que habían quedado inmersos.
En el quinto game se repitió la fórmula: Nalbandian y Zeballos apuraron las devoluciones sobre el saque de Kas y consiguieron una ventaja que se volvió indescontable.
Las dudas volvieron a la hora de tener que cerrar el partido, ya que los argentinos perdieron dos match points en el séptimo game sobre el saque de Kamke y debieron levantar un par de breaks con el saque de Nalbandian antes de tener la posibilidad otra vez de obtener la victoria.
Y el estallido llegó con un trabajo desde el fondo de la cancha del cordobés, que liquidó Zeballos cruzándose sobre la red, pegándole de volea con el marco y terminando tirado sobre el polvo de ladrillo festejando el triunfo.
Ahora, Jo-Wilfried Tsonga,, Gilles Simon y Michael Llodrá -uno de los mejores doblistas del mundo- esperan para visitar a la Argentina en otra serie de pronóstico reservado, sobre todo sin Del Potro en el horizonte.
Pero como se había dado la previa, esta victoria aleja los fantasmas de tener que jugar una Promoción para quedarse en el Grupo Mundial e ilusionarse con dar un golpe que los deje cerca de conseguir la primera Ensaladera de Plata de su historia.