Desde que terminó la participación de Juan Martín Del Potro en el US Open, toda la atención se trasladó a esta serie de Copa Davis contra Gran Bretaña y el lugar que ocuparía dentro del equipo inicial. Lejos de especular con una serie de resultados, el tandilense sale a la cancha el primer día ante Andy Murray.
Una vez más, Daniel Orsanic llamó la atención al "poner toda la carne al asador". Del Potro (64°) se pone el traje de líder del equipo que, durante varias series, bien protegió Leo Mayer. La Torre de Tandil repetirá así un encuentro contra el número dos del mundo.
Con esta movida, la idea de Orsanic es clara: apostar a los dos primeros puntos. Guido Pella (49°) jugará frente a Kyle Edmund (55°) para tratar de imponer la experiencia. Sin embargo, no hay una diferencia de nivel que muestre un claro favoritismo –como sí lo haría la presencia del tandilense- en este caso.
Con esta rara encrucijada por las situaciones del ranking, Del Potro volverá a tener la chance de cruzarse con Murray. Su más reciente cruce, en los Juegos Olímpicos, marcó una diferencia –de nivel incluso- a favor del británico. Tal es así que lo venció 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5. No obstante, en ese último enfrentamiento el tandilense tuvo una merma física muy significativa por lo complicado que había sido el torneo. Ahora el partido será diferente. Delpo no sólo tiene mayor resto físico, sino que además en el último torneo mostró sobradas muestras del crecimiento de su revés. Dejó de ser un golpe "empujado" y se transformó en un tiro sólido y que, además, puede complicar.
"Río ya pasó y esta es otra historia", dijo el as de espada argentino apenas se conoció el sorteo.
En su conjunto, las herramientas que Del Potro se tuvo que acostumbrar a usar –como el slice y las subidas a la red- dejaron de ser una carga y pasaron a ser variantes listas para utilizar.
De esta forma, el tandilense tiene en sus manos la chance de mostrar un nuevo capítulo en su leyenda. ¿El liderazgo? Ya lo tiene. Se lo ganó a base de decisiones como esta.