Lo que era un secreto a voces se concretó en realidad: una vez más el Hipódromo de La Plata debió suspender una reunión, en este caso por el malestar de los jockeys que no quisieron ser de la partida debido a las malas condiciones de las instalaciones del escenario sureño.
Una semana atrás los jinetes ya habían adelantado su deseo que las autoridades mejorarán el cuarto donde se cambian y descansan entre carreras, que tiene los baños deteriorados y los pisos sucios. Además, mostraron su malestar por los atrasos en los pagos y el estado de la pista.
Al no cumplirse estos reclamos, desde el fin de semana comenzaron a trascender en redes sociales anuncios informales y sin firma de ninguno de los infinitos sindicatos que tiene el Bosque que elmartes no iba a a haber carreras. Y el presagio se cumplió.
Si bien el propio hipódromo dio inicio a la transmisión habitual, tras más de una hora de espera (la primera competencia estaba prevista para las 14.30), se canceló la reunión una vez más.