Y dale alegría, alegría a mi corazón...", dice una célebre canción. Y eso es lo que hace Miriñaque ($ 1,50) cada vez que sale a una pista. El gran campeón ayer volvió a darle alegría no solo a toda su gente, sino también a toda la afición que lo ovacionó antes y después de la competencia, un mimo reservado a muy pocos ejemplares. Pero el tordillo, se sabe, hace mucho tiempo se ganó el cariño y el corazón del público... El defensor del stud Parque Patricios es desde hace varios años uno de los mejores caballos del turf nacional y ya tiene un espacio importante en la historia grande de la hípica argentina.
Con Francisco Leandro Fernandes Gonçalves en sus riendas -el piloto completó un brillante triplete de G1 en la jornada-, el hijo de Hurricane Cat, a los 6 años, sumó ahora a su fantástica campaña el Gran Premio República Argentina (G1), totalizando de este modo 7 triunfos de máximo nivel, pues ya atesoraba los grandes premios Polla de Potrillos (G1), Nacional (G1), San Martín (G1), Dardo Rocha (G1), Martínez de Hoz (G1) y de Honor (G1).
En la cancha el pupilo de María Cristina Muñoz desplegó toda su categoría, imponiéndose con total autoridad. Cuando Leandro lo movió, Miriñaque pasó a dominar la prueba para llegar a la meta con 2 1/2 cuerpos de ventaja sobre Tío Boy, quedando 3° el puntero Lagarto Boy. Todo en el notable registro de 1’57"93c., a sólo 8 centésimos del récord.
Para Miriñaque, la leyenda continúa... ¡Aplausos!