Los Esteros del Iberá, del guaraní “y-berá”, agua brillante, son una amplia red de arroyos, riachos, pantanos, lagunas y bañados que abarcan 25 mil kilómetros cuadrados en la provincia de Corrientes, en el noreste de la República Argentina.

Gracias a su peculiar geografía y al difícil acceso, la zona cuenta con una rica y variada población animal. La fauna autóctona incluye numerosas especies amenazadas para las cuales éste es uno de los últimos hábitats remanentes, entre las que se encuentran el ciervo de los pantanos, el venado de las Pampas, el carpincho, el lobo de crin, el yacaré overo, la boa curiyú y el lobito de río, los monos aulladores, así como una enorme variedad de aves.


También se pueden ver gran cantidad de peces, sobresaliendo los dorados, armados, surubíes, pacúes, mojarras, tarariras y palometas.


La exuberante flora local incluye numerosas especies acuáticas como el camalote y amapolas de agua, que dan lugar al fenómeno de los embalsados, auténticas islas flotantes que complican la geografía de las lagunas, además de extensos pirizales.


La formación del sistema de los Esteros del Iberá no se conoce con exactitud. El lecho del Paraná está excavado sobre un sustrato de basalto poroso que presenta fracturas importantes en varios puntos, la mayor de estas fallas secciona diagonalmente la totalidad de la provincia de Corrientes, e interseca el lecho del Paraná unos 90 km río debajo de la ciudad de Posadas con una pared basáltica de considerable espesor colmando de naturaleza el centro norte de la provincia de Corrientes, los Esteros del Iberá, declarados Reserva Natural por su belleza exótica, su importancia ecológica y su variada fauna, abarcan cientos de miles de hectáreas con múltiples lagunas y espejos de aguas menores, conformando uno de los circuitos de turismo aventura más desafiantes de la Argentina.


Hábitat del yacaré (de hasta tres metros de longitud), el venado de las Pampas, el ciervo de los pantanos, el lobito de río y el aguará, todas especies reconocidas como monumentos naturales correntinos, Los Esteros exhiben su amplio territorio como un deslumbrante paraíso ajeno a la agitada civilización.


Fauna y flora

Constituyendo el área protegida de mayor dimensión en el país, siendo una de las reservas de agua dulce más importante del mundo y considerándoselo uno de los humedales de vida silvestre más impactantes, Esteros del Iberá atrae permanentemente hacia sus magnificas particularidades a los apasionados por la naturaleza y la aventura.


Alojarse en localidades cercanas y comenzar las mañanas con un enriquecedor avistaje de fauna y flora, safaris fotográficos, cabalgatas, recorridas en canoas y trekking, es solo un ejemplo de las fascinantes opciones que ningún visitante de Corrientes podrá eludir durante su estadía.


Trupe, aguapé, lentejuelas de agua y amapolas son algunas de las especies acuáticas que caracterizan a los Esteros, desempeñando además un papel fundamental dentro del ecosistema, mientras los cielos dejan contemplar el vuelo de garzas moras, cigüeñas y biguás, entre otros cientos de aves y dorados sábalos, mojarras y las temidas pirañas, hacen el deleite de los ojos a través de las traslúcidas aguas.


Agua que Brilla, como expresa su nombre en lengua guaraní, Esteros del Iberá resplandece durante la aurora y el anochecer haciendo valer su condición de atractivo imperdible sin importar la procedencia del visitante.


Esta es una de las reservas de agua dulce más importante del mundo. Constituye el área protegida más grande de la Argentina. Es el hogar de una importante diversidad de fauna que la transforma en un paraíso único en su tipo.


Es en la actualidad, uno de los refugios de vida silvestre más importantes del mundo.


Sólo es superado en extensión por el Pantanal brasileño, con el cual forman el segundo humedal más grande del mundo, en el que se desarrolla un ecosistema subtropical de grandísima diversidad. Para llegar al corazón de los Esteros se debe ir a la ciudad de Mercedes, el centro de Corrientes y recorrer unos cien kilómetros de un camino difícil hasta la ciudad de Carlos Pellegrini, entonces ya habrá llegado al inicio de la aventura.