En distintos lugares del mundo dormir la siesta es una tradición, en las grandes ciudades esta costumbre se ha perdido debido al actual ritmo de vida. Sin embargo sigue siendo motivo de estudio saber si dormir un ratito a mitad del día implica mejoras para continuar con las actividades del resto del día. En Japón investigaron los beneficios de dormir unos minutos a mediodía y las estadísticas mostraron que la siesta no está reducida a una costumbre. Por otra parte, entre uno y dos tercios de la población mundial duerme siesta, y esto pone en evidencia que sienten la necesidad de hacerlo y que se benefician de ello.
Estos son algunos consejos de expertos para la hora de la siesta:
Necesitarla. La siesta no necesariamente es buena para todos y en todas partes. En algunos países la siesta se institucionalizó como una necesidad ante el extremo calor del verano. En otros, la siesta no es necesaria por el clima, y es recomendable sólo para aquellos que la necesitan. Es decir, para aquéllos que por alguna razón no durmieron lo suficiente de noche y están cansados. Sin embargo, tener sueño es necesario, pero no suficiente para dormir siesta. La idea es hacerlo en un lugar donde se descanse en media hora. "Una privación de sueño se controla durmiendo siesta. La gente siente que duerme, despierta refrescado y sigue el día con mejores condiciones de productividad", comenta Julia Santín, directora del Centro del Sueño de la Red de Salud de la Universidad Católica de Chile. También se recomienda para "gente que trabaja duro, obreros de la construcción, por ejemplo o camioneros. Se ha demostrado que la siesta aumenta la productividad". No obstante, algunas personas, deberían evitar la siesta, "gente a la que le cuesta mucho quedarse dormida de noche, obviamente va a estar cansada al otro día, pero no le recomendamos la siesta, porque lo único que lograrán es volver a tener problemas para dormirse en la noche", explica Jeanne Duffy, profesora de medicina de la Universidad de Harvard experta en trastornos del sueño.
Algunas personas, al dormir la siesta se despiertan de mal humor y les cuesta más de 15 minutos salir del "trance" al despertar; eso se denomina "inercia de sueño" y el remedio será peor que la enfermedad, según las expertas.
En un lugar cómodo y un contexto adecuado. Tener sueño después del almuerzo no es suficiente, de hecho, no es comer lo que nos da sueño en la hora cercana al mediodía, sino un fenómeno fisiológico. A la mitad de nuestro día útil, todos los seres humanos experimentamos una reducción fisiológica que disminuye la alerta. Lo que es mundialmente conocido como el "sueño después de almuerzo", pero que no está ligado a qué o cuánto comemos. "En esta reducción fisiológica hay una mayor propensión a quedarse dormido, independiente del almuerzo", explica Santín. Pero no es bueno ni sano cerrar un rato los ojos en cualquier parte. Quedarse dormido sobre el teclado de la computadora por ejemplo, o sentado completamente doblado "lo único que te va a dejar es un dolor muscular, lo que resulta peor que el cansancio", comenta Santín. Y además, más de 30 minutos puede tener efectos perjudiciales en el sueño nocturno.
Entender que ayuda, pero no hace milagros. Según la doctora Sandra C. Mednick, autora del libro "Toma una siesta, cambia tu vida", dormir siesta puede restaurar la sensibilidad de sentidos tan diversos como la vista, el oído y el gusto. Muchas veces una siesta bien dormida ayuda a aumentar la productividad del resto del día.
"El sueño tiene siempre un efecto restaurador. A los choferes de camiones, por ejemplo, se les recomienda que duerman una siesta antes del recorrido, con una tacita de café". Y la privación de sueño no sólo se manifiesta en somnolencia, sino también en irritabilidad, fallas de memoria o falta de concentración.