La escocesa Jillian Lane, una de las psíquicas más famosas de Hollywood, falleció a los 53 años.
Murió la clarividente personal de Michael Jackson después de "predecir su propia muerte". Se trata de la escocesa Jillian Lane, una de las psíquicas más famosas de Hollywood, quien falleció a los 53 años después de haber predicho su trágico destino. No es ningún misterio que las celebridades, importantes empresarios y los principales personajes políticos tienen entre su personal de confianza a psíquicos para que se les aconseje sobre importantes decisiones, pagando grandes sumas de dinero con el único objetivo de tener información sobre el futuro. Pero con el paso del tiempo los medios de comunicación se han encargado de desprestigiar uno de los dones más preciados de la humanidad, con sus shows televisivos y acusando a los verdaderos psíquicos de fraude y estafa. Lane nació en Gales en 1960 y se trasladó a Los Angeles porque tenía claro que quería convertirse en la clarividente de las celebrities. Y así fue, Jillian fue conocida mundialmente por haber sido la pitonisa personal de Michael Jackson, la estrella del pop más famosa del mundo. Lane afirmó tener una serie de guías espirituales, después de haber tenido su primera experiencia fuera del cuerpo a la edad de siete años. Entre sus guías espirituales había un médico escocés llamado Dr. Mackintosh que al parecer le dio "sus poderes curativos".
Lane conoció a Jackson cuando él se encontraba en Londres en 1997 para un concierto y llamó a su línea de ayuda psíquica en busca de consejo sobre su futuro. Fue a partir de ese momento en el que Lane se ganó la confianza del cantante, hasta tal punto que Michael le pidió que se trasladara de Gran Bretaña a Beverly Hills para que fuera su psíquica personal. "Michael llamó en realidad a una de mis líneas psíquicas cuando se encontraba en Londres hace un par de años", contó Jillian en una entrevista en 2009. Pero después de una corta vida siendo la mano derecha de muchos famosos, a principios de este año la vida volvió a sorprenderla, pero esta vez con un fuerte revés. Lane sufrió de una enfermedad hepática y según su amiga la doctora Suzanne Yessayan, ella le confió que estaba a punto de morir. Así que Lane decidió regresar al Sur de Gales para pasar sus últimos meses, donde murió la semana pasada.
