El sello independiente Fonocal obliga a los melómanos del rock nacional a estar siempre atentos a sus lanzamientos. Dedicado mayormente al tango y al folklore, desde el año 2010 lleva lanzados al mercado más de 40 discos del rock argento, la gran mayoría de ellos descatalogados y muy pocos editados en CD.
Así fue como en su momento aparecieron grabaciones inéditas y en vivo de Alma y Vida, Vox Dei y Pappo's Blues, por ejemplo, o viejas gemas preciosas de bandas de culto como Ave Rock, Cuero, Destroyer (proyecto de Willy Quiroga en uno de los tantos impasse de Vox Dei) y Plus, entre otros. En estos días Piero Carpín, uno de las caras visibles del sello, sorprendió con las reediciones de los discos de Miguel Cantilo y Punch y el que hoy nos ocupa, Mágico y Natural, segundo y último álbum del grupo Tantor.
Formado en 1978 por dos ex Aquelarre, Héctor Starc y Rodolfo García, y por Machi Rufino, quien venía de tocar en Invisible, Tantor fue un grupo básicamente de música instrumental, que combinó elementos del rock, el jazz y la música española.
Tras su homónimo disco debut editado en 1979 -con cinco canciones instrumentales y dos con letra aportadas por Luis Alberto Spinetta- la banda entró en un parate por las obligaciones de García con la reunión de Almendra.
Fue recién a fines de 1981 cuando se produjo el regreso a los escenarios con cambios en la formación: Marcelo Torres reemplazó a Machi y Babú Cerviño se hizo cargo de los teclados que en el primer disco los habían tocado, en calidad de invitados, Lito Vitale y Leo Sujatovich. La particularidad que aporta Fonocal con este reencuentro con Mágico y Natural son los bonus track (una sana costumbre del sello) que acompañan la edición original de ocho canciones: seis registros grabados en vivo en un concierto en el Auditorio Buenos Aires, a fines de 1981.
De los ocho cortes del álbum sobresalen "Nildo, el torpe" (un tema muy en la onda Weather Report), la balada "Siento el eco de tu voz", los aires funkies de "Toda la noche, día", y el que da nombre al álbum, una canción que Aquelarre compuso en su paso por España.
Los seis bonus incluyen un tema inédito y cinco de las canciones que formaron el primer disco del grupo. Mágico y Natural tuvo escasa difusión en su momento (Starc llegó a decir que este país no estaba preparado por aquellos años para la música instrumental) y la banda terminó separándose después de haber tocado en el festival B.A.Rock de 1982 -cuando pasearon entre el público a un elefante- y de participar en el Festival de La Falda, a comienzos de 1983.
Los chicos quieren canciones
Chicosvaca es un quinteto rosarino que con su tercer disco llamado Algunos Chicos, desembarca en la capital con una propuesta de rock guitarrero a base de buenos temas donde predominan las canciones por sobre el estilo.
Si bien admiten influencias de bandas foráneas como Muse, Kings Of Leon y Arctic Monkeys, muestran que tienen su propia identidad en cortes como "Donde quieras ir", "Brillo", el que da nombre a la placa y la balada "Difícil". Muy bueno.