El único gol del equipo que conduce el alemán
Jürgen Klinsmann, que avanzó a los cuartos de final del certamen, lo convirtió el delantero
Clint Dempsey, a los 26 minutos del primer tiempo.
Paraguay, que venía de jugar una final (Argentina 2011) y una semifinal (Chile 2015) en las últimas dos ediciones del torneo, finalizó con una unidad y
Estados Unidos, con su segunda victoria, sumó seis puntos.
Antes y después del gol fue casi todo del equipo guaraní, que si bien no tuvo un fútbol de alto nivel, si creó las chances para suficientes para ganar el partido.
Miguel Almirón,
Darío Lezcano y
Derlis González desperdiciaron sucesivamente las ocasiones de gol ante un
Brad Guzan enorme.
Paraguay en el segundo tiempo profundizó su protagonismo y Estados Unidos se replegó, más cuando Yedlin se fue expulsado a los 2 minutos. Ramón Díaz, ante esto, mandó a la cancha a todo su poderío ofensivo, con
Juan Iturbe (ex River Plate),
Rodrigo Rojas y
Jorge Benítez, pero su equipo -paradójicamente- perdió claridad en los metros finales.
El seleccionado local, con uno menos, se plantó bien en defensa, achicó los espacios entre líneas y apostó su poca ambición ofensiva a un contraataque, como el de
Gyasi Zardes a los 16 minutos.
Las últimas esperanzas paraguayas se fueron con una doble atajada de Guzan ante Benítez y Almirón. El arquero de Estados Unidos, así, se convirtió en la gran figura del partido y le dio a su equipo el pase a los cuartos de final.
El relato y las estadísticas del partido