Barracas - La Boca
Ubicado sobre la avenida Montes de Oca, este camino pedestre, disimulado por un edificio pero con una historia única, forma parte de una propuesta moderna de pasajes que se llevó a cabo en la década de 1920.
Antes de que Marcelo Torcuato de Alvear asumiera la presidencia de la Argentina en 1922, recorrió Francia como embajador en este país y en su estadía en ese país se enamoró del desarrollo arquitectónico de París. Así, decidió a su regreso instaurar el estilo de pasajes en varios de los edificios públicos que se proyectaron desde entonces para embellecer el paisaje metropolitano de la Capital Federal, que hasta ese momento carecía del mismo.
De esta manera, en 1923 los arquitectos Norbert Eugène Gantner y Albert Desiré Guibert presentaron un proyecto para construir un edificio que había encargado la Compañía de Seguros La Sudamericana para arrendar y que tendría como sede la avenida Montes de Oca 253.
Para llevar a cabo la construcción, se procedió a lotear la que hasta 1920 había sido la quinta de la familia Cambaceres, y se le encargó la tarea a Pablo Pawels (o Pauwels), que también ha realizado otros tantos edificios clásicos en la ciudad.
A la derecha del edificio, se puede ver el portón del actual pasaje Europa, que no posee salida a la calle General Hornos, llegando solo hasta la mitad de la manzana que delimitan las calles Ituzaingó y Dr. Enrique Finochietto.
Así se transformó el pasaje Europa que aún convive con el barrio. El antiguo pasaje Europa era un acceso desde la calle General Hornos, llamada “vía posterior” a principios del siglo XX, para llegar a la avenida Montes de Oca (por ese entonces denominada la Calle Larga), y lindaba con el terreno que luego se convirtió en la antigua fábrica de galletitas Bagley. Quiso el tiempo, y la ironía del destino, que dicho pasadizo fuera clausurado por la municipalidad y su polaridad se invirtiera con el correr de los años.
Con un frente de casi 40 metros de largo y una superficie cubierta de unos 3354 metros cuadrados, que se transforman en unos 10400 si se tienen en cuenta sus cuatro pisos, la propiedad cuenta con 91 unidades funcionales que se mantiene en perfecto estado de conservación en la actualidad a pesar de contar con casi un siglo a cuestas.
La estructura es como un oasis en esa cuadra, en la que predominan construcciones modernas y minimalistas, contraproducentes para los que quieren disfrutar de la riqueza de Barracas.
Desde la verja, se puede apreciar los ricos detalles del estilo academicista francés de Guibert y Gantner, que diseñaron su estructura dejando patios interiores sucesivos a lo largo del pasaje, y lo convierten en un lugar tranquilo, privado y agradable, que contrasta con la ruidosa avenida en la que tiene origen y por donde circulan gran cantidad de líneas de colectivos y vehículos de todo tipo y porte.
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