Los "Pesos check" germinaron por diferentes supermecados y, de antemano, se convirtieron en una atractiva opción para los consumidores con decenas de ofertas. Sin embargo, guardan un secreto.
Es infinita la imaginación de quienes en nombre de los supermercados generan mecanismos para atraer a los potenciales clientes a través de ofertas y descuentos.
Los pesos check han germinado de forma impresionante. Se han convertido en una atractiva opción para los consumidores, con decenas de ofertas que se repiten periódicamente.
Las trampas son infinitas. Varias cadenas de supermercados desarrollaron las ofertas basadas en los "pesos check".
Vale un ejemplo de todo esto: una señora de cierta edad, apilando paquetes de fideos en el chango. Otra señora pregunta si tienen un spaghetti party. La señora con una sonrisa en su rostro contesta: "No, es para aprovechar la oferta, tienen el 50% de descuento. El descuento lo hacen entregándonos pesos check".
Señoras, "me permiten hacerle una aclaración": El descuento es solo sobre una unidad; fíjese que lo dice en letra chiquita, como en los contratos de los préstamos y del seguro. Aparte no es del 50% en realidad, sino del 25%.
"¡¡Ah!! -respondió la mujer- no me había dado cuenta que solo era sobre una sola unidad; pero ahí dice que es del 50%".
"Así es señora; pero le dan pesos check; eso significa, que realmente es la mitad. Permítame darle un ejemplo. Imagine comprar un producto de 10 pesos; el cual paga con $ 10. Le entregan como descuento 5 pesos check, para gastarlos en otro producto. Cuando llega el lejano día para poder usarlo; usted decide comprar otro producto de $ 10. Cuando lo abona, paga $ 5 y 5 pesos check. Resultado: compró dos productos de $ 10, en total $ 20. Y pagó $ 15, el resto fue en pesos check. El descuento que obtuvo fue del 25%. La fórmula es $ 20 x 25% de descuento = $ 15. Es decir, el 50% se evaporó por arte de magia".
La contestación defensiva que recibía casi invariablemente de una de las señoras fue: 'bueno, pero igual es un buen descuento'.
Leída esta situación sucedida en un supermercado vale decir lo siguiente. Primero celada: la letra chica advirtiendo que es solo por un producto. Segunda celada: no suelen ser sobre todos los productos; sino sobre ciertos productos; que a su vez fueron aumentados de precio durante la oferta. Con lo que el descuento termina siendo aún menor. Tercera celada: la más diabólica. Los pesos check que te entregan no son para gastar desde el día siguiente y de duración ilimitada o por lo menos de un mes. Tampoco se aceptan con otras promociones ; con lo que te restringen aún más. Sólo son válidos varias semanas después y por 3 o 4 días o un día específico y en determinados locales y no son acumulables con otras promociones. En general las familias solo van una vez por semana o menos y lo suelen hacer viernes y fines de semana, exactamente cuando no pueden utilizarlos.
Durante el transcurso de la realización de la compra, vemos innumerables carteles que nos acosan e incitan a la compra o escuchamos por parlantes los beneficios de la compra en el día de otorgarte pesos check, pero en ninguno de estos casos surgen las salvedades.
Es hora de desenmascarar las publicidades engañosas de los líderes en supermercados y que los consumidores dejemos las quejas y nos hagamos responsables.
Las constantes ofertas de los supermercados, como lo son los pesos check, se han convertido en una atractiva opción para los consumidores, con decenas de ofertas diarias.
Ya están instaladas como mecanismo de consumo masivo con alto impacto publicitario y con un alto índice de crecimiento en torno a las quejas que se generan en este tipo de contrataciones, son objeto de numerosas denuncias en las Oficinas de Defensa de los derechos de usuarios y consumidores.
Toda publicidad que se haga de un descuento o reintegro, obliga al oferente a respetar los términos del beneficio y de hacer que su cumplimiento sea viable, caso contrario el incumplimiento a la ley de Defensa del Consumidor es claro, generando un perjuicio que otorga a quien lo padece, el derecho de reclamar formulando la denuncia pertinente y el reclamo vía judicial por los perjuicios causados.
En este sentido la responsabilidad recae no sólo en el supermercado que no cumple su parte de lo que se contrata, sino además sobre las emisoras de los vouchers cuando hacen publicidad engañosa de un producto o servicio que no se da tal como se ofrece.
Es muy importante la actividad preventiva de quienes conocen la problemática puntual como así también los derechos de los consumidores para poder alertar a la población en general y evitar perjuicios concretos que, aunque luego puedan ser reparados, conviene anticipar.
Las trampas son infinitas. Varias cadenas de supermercados desarrollaron las ofertas basadas en los "pesos check".
Vale un ejemplo de todo esto: una señora de cierta edad, apilando paquetes de fideos en el chango. Otra señora pregunta si tienen un spaghetti party. La señora con una sonrisa en su rostro contesta: "No, es para aprovechar la oferta, tienen el 50% de descuento. El descuento lo hacen entregándonos pesos check".
Señoras, "me permiten hacerle una aclaración": El descuento es solo sobre una unidad; fíjese que lo dice en letra chiquita, como en los contratos de los préstamos y del seguro. Aparte no es del 50% en realidad, sino del 25%.
"¡¡Ah!! -respondió la mujer- no me había dado cuenta que solo era sobre una sola unidad; pero ahí dice que es del 50%".
"Así es señora; pero le dan pesos check; eso significa, que realmente es la mitad. Permítame darle un ejemplo. Imagine comprar un producto de 10 pesos; el cual paga con $ 10. Le entregan como descuento 5 pesos check, para gastarlos en otro producto. Cuando llega el lejano día para poder usarlo; usted decide comprar otro producto de $ 10. Cuando lo abona, paga $ 5 y 5 pesos check. Resultado: compró dos productos de $ 10, en total $ 20. Y pagó $ 15, el resto fue en pesos check. El descuento que obtuvo fue del 25%. La fórmula es $ 20 x 25% de descuento = $ 15. Es decir, el 50% se evaporó por arte de magia".
La contestación defensiva que recibía casi invariablemente de una de las señoras fue: 'bueno, pero igual es un buen descuento'.
Leída esta situación sucedida en un supermercado vale decir lo siguiente. Primero celada: la letra chica advirtiendo que es solo por un producto. Segunda celada: no suelen ser sobre todos los productos; sino sobre ciertos productos; que a su vez fueron aumentados de precio durante la oferta. Con lo que el descuento termina siendo aún menor. Tercera celada: la más diabólica. Los pesos check que te entregan no son para gastar desde el día siguiente y de duración ilimitada o por lo menos de un mes. Tampoco se aceptan con otras promociones ; con lo que te restringen aún más. Sólo son válidos varias semanas después y por 3 o 4 días o un día específico y en determinados locales y no son acumulables con otras promociones. En general las familias solo van una vez por semana o menos y lo suelen hacer viernes y fines de semana, exactamente cuando no pueden utilizarlos.
Durante el transcurso de la realización de la compra, vemos innumerables carteles que nos acosan e incitan a la compra o escuchamos por parlantes los beneficios de la compra en el día de otorgarte pesos check, pero en ninguno de estos casos surgen las salvedades.
Es hora de desenmascarar las publicidades engañosas de los líderes en supermercados y que los consumidores dejemos las quejas y nos hagamos responsables.
Las constantes ofertas de los supermercados, como lo son los pesos check, se han convertido en una atractiva opción para los consumidores, con decenas de ofertas diarias.
Ya están instaladas como mecanismo de consumo masivo con alto impacto publicitario y con un alto índice de crecimiento en torno a las quejas que se generan en este tipo de contrataciones, son objeto de numerosas denuncias en las Oficinas de Defensa de los derechos de usuarios y consumidores.
Toda publicidad que se haga de un descuento o reintegro, obliga al oferente a respetar los términos del beneficio y de hacer que su cumplimiento sea viable, caso contrario el incumplimiento a la ley de Defensa del Consumidor es claro, generando un perjuicio que otorga a quien lo padece, el derecho de reclamar formulando la denuncia pertinente y el reclamo vía judicial por los perjuicios causados.
En este sentido la responsabilidad recae no sólo en el supermercado que no cumple su parte de lo que se contrata, sino además sobre las emisoras de los vouchers cuando hacen publicidad engañosa de un producto o servicio que no se da tal como se ofrece.
Es muy importante la actividad preventiva de quienes conocen la problemática puntual como así también los derechos de los consumidores para poder alertar a la población en general y evitar perjuicios concretos que, aunque luego puedan ser reparados, conviene anticipar.
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