Para disfrutar del buen comer

No es necesario ser un profesional de la cocina para ser un “gourmet”. Tampoco es necesario utilizar o haber probado los ingredientes más estrambóticos que se encuentran en el mercado. Sólo se necesita tener interés y considerar la comida como uno de los placeres de la vida más allá de su funcionalidad primera que es la de alimentarnos.

Este concepto, derivado del francés “gourmand” (amor refinado por la comida), se fue popularizando cada vez más. Un canal de cocina lleva ese nombre. Y las tiendas de productos culinarios difíciles de conseguir o de producción artesanal y/o limitada son catalogadas como “tiendas gourmet”.

Si “gourmet” viene de “gourmand”, “gourmand” proviene de “gout” (‘gusto” en francés). Todo recae en el gusto. Y como en la variedad está el gusto y porque sobre gustos no hay nada escrito la amplitud de criterios es un común denominador. Haciéndose eco de estas cuestiones, se realiza una nueva edición de “El Día del Gourmet”, evento que se realiza por quinta vez consecutiva en la Ciudad de Buenos Aires -comenzó el viernes y termina hoy- y donde se conjugan clases de cocina, pastelería y coctelería, degustaciones de vino y cervezas artesanales, y charlas abiertas a todo el público.

Se trata de una idea de los hermanos Guido, Paulo, Javier y Alejandro Agostinelli, para homenajear a su padre, Jorge Agostinelli, una persona que vivió y amó con pasión el movimiento gourmet argentino. En 1922, Jorge comenzó a importar aceites de nuez, almendra y zapallo desde Francia. Además, fue el primer importador de couscous, mostaza de Dijon y de foie gras de nuestro país, ingredientes a los que se sumarían muchos otros como variedad de arroces, leche de coco, aceto balsámico, tinta de calamar, salsas y condimentos de todas partes del mundo, y gran variedad de productos que descubría en las ferias internacionales de alimentación.

Los productos que traía se encontraban únicamente en su local de Recoleta, “Peck, I sapori del mondo” y poco a poco se fueron haciendo cada vez más conocidos. Sus amigos cocineros disfrutaban de las novedades que traía de sus viajes como el “Gato” Dumas, Guillermo Calabrese, Ramiro Rodríguez Pardo, Martín Baquero, Christophe Krywonis, Dolli Irigoyen, Carlos Sosto y Donato De Santis, entre muchos otros, y utilizaban sus productos en las recetas que transmitían a través de sus libros o por sus programas de televisión.

Entre las actividades gratuitas (con cupos limitados) que se realizarán, comenzaron el viernes 14 con una clase especial de Huevos de Pascua decorados a cargo de los maestros del chocolate Franco Bertolone y Matías Rise, de “Atelier Pastry”. Clarisa Krivopisk, de “La Crespo”, brindó una clase de dulces judíos para disfrutar en familia. Daniel Hansen -chef de “La Pecora Nera”- dio una clase de cocina italiana. Chantal Abad tuvo a su cargo una clase de cocina especial para comer rico y fácil, y Santiago Giorgini enseñó a utilizar el aceite de oliva en diversos platos. Por último, la sommelier Marcela Rienzo encabezó una clase sobre el vino argentino. Ayer sábado le tocó el turno a las tendencias en café, clase a cargo de Agustín Quiroga de “Puerto Blest”. El chef Dante Franco, de “Diggs”, se abocó a los embutidos caseros. El maestro pastelero Luciano García, de “Almacén Ott Gourmet”, presentó una de las últimas tendencias en pastelería: los lingotes (ver receta). Y el bartender Carlo Contini dictó una clase de ron y vodka en coctelería.

Para finalizar, el día de hoy la chef Paula Comparatore dará una clase sobre distintas maneras de utilizar la carne de cerdo. El restaurante “Bio” brindará una clase especial sobre cocina orgánica a cargo de Alejandra Pais. Y el chef Rodrigo Cascón dará una clase sorpresa para aprender a hacer platos sencillos y riquísimos. Las actividades se desarrollarán en el Salón DDG -Jorge Luis Borges 1730-.

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