El escenario político de la Provincia de Buenos Aries empieza a dar muestras del impacto que produjo el resultado de las elecciones primarias en el imaginario colectivo y con resultado definitivo a la vista se alistan las formaciones para la recta final.
Ya circulan por despachos oficiales y escritorios opositores algunos sondeos de opinión que refuerzan algunas hipótesis que se trazaron en caliente horas después de las elecciones.
Aunque no hay aun números de la ponderación que realizó el gran público respecto del hecho inédito: el escrutinio provisorio difiere, en cuanto al ganador de la categoría más visible de la elección, con respecto al definitivo.
Unidad Ciudadana, como primera reacción, intenta subrayar el hecho inédito de que ‘no fue gato, fue liebre’, por unos 20 mil votos, que si bien es una ventaja mínima, es una ventaja que pone a Cristina Fernández de Kirchner como la candidata preferida de los bonaerenses para ocupar una banca en el Senado de la Nación, algo de lo que se habló poco hasta aquí.
La ex presidente sabe que no es suficiente y de su nueva marcha se destaca; además de la litúrgica peronista que apareció en el Club Atenas de La Plata, con marchita y todo, aunque en su ausencia; la idea de debilidad frente a al poderoso Cambiemos, con todo el poder público y privado, nacional e internacional, tal como lo refirió en su reaparición.
La advertencia sobre los riegos que corre la sociedad ante la concentración de poder que, según señaló CFK, ostenta Cambiemos, se instala en el centro de la actitud receptiva, de prueba y error, de cierta fragilidad que trasmiten los dirigentes de Cambiemos.’Podemos mejorar en todos lados’, sostienen los principales organizadores de la campaña del oficialismo ‘sí seguimos estando cerca, escuchando, a los que nos votaron y también especialmente a quienes no nos votaron, para comprender y en todo caso corregir’.Pero esta idea de corregir no impera solamente en Cambiemos, también las primarias sirvieron para que intendentes peronistas que están en distintas alianzas intenten buscar líneas de acción en común. Por caso jefes comunales que juegan en el Frente Justicialista, se mantienen en contacto con sus pares de Unidad Ciudadana, básicamente en esos dos distritos de la primera sección electoral donde puede haber cambios importantes según se entusiasman algunos.
La mayoría de los jefes comunales del interior que juegan con la ex presidenta, no tuvieron una buena elección, y perdieron contra Cambiemos, aunque sacaron más votos que CFK.
Ese dato, los emparenta con la idea que manejan los randazzistas, de mantenerse en sus comunas, y direccionar una campaña más vecinal.
En Cambiemos están de nuevo en plena gestión pero miran los números que sorprenden por la rapidez de la polarización, donde en principio la alianza 1País se ve seriamente afectada, incluso más en el interior que en el conurbano, aunque esa característica no está tan presente en el Frente Justicialista. Hablan de ‘evaporación’ de Massa y ‘resistencia’ de Randazzo.
Las elecciones en el conurbano sur, en general, sorprendieron a muchos funcionarios de Cambiemos, pero en particular la elección que realmente sorprendió fue la de Quilmes, lo otro más o menos se venía venir.
Incluso hay una factura interna en Cambiemos que se sustenta en que ‘no hicimos nada en esto dos años para que el resultado sea muy distinto que en 2015’, una factura que llegará más temprano que tarde a la casona de la calle 6 de la ciudad de La Plata, sin destinatario individualizado, sino a quien corresponda.
Sucede que la gestión de Martiniano Molina contó con todos los resortes posibles para que mostrara el cambio positivo en el distrito y, por lo pronto, parece que no está funcionando.
Lo de Quilmes realmente no tiene explicación fuera de los límites del distrito. Y rompe con el mito, que circulaba en la previa de las elecciones, que los intendentes eran casi invencibles por la gran inversión que se estaba haciendo, independientemente del color político, pero máximo si eran oficialistas.
En Quilmes se da el caso que Molina no sólo perdió la elección local sino que además sacó los mismo votos que el propio Esteban Bullrich que se ubicó cinco puntos por debajo de los alcanzados por CFK.
Es decir que la boleta tiró parejo de todos los cuerpos, no hay ningún plus en lo local, algo que en mucho lugares ocurrió, donde algún punto más en la local apareció.Por consiguiente se están haciendo todos los esfuerzos desde la superestructura para que la alianza local que se constituyó en 2015 se recree en el distrito, algo que está todo desdibujado, en gran medida debido a los métodos del propio intendente Molina. Pero esto no está garantizado por ahora y al parecer un distrito clave de Cambiemos en el sur está pronto a volverse ‘irrecuperable’, según señalan.
Luego de los resultados arrojados por el escrutinio definitivo en la provincia de Buenos Aires, en Cambiemos depositan todas las fuerzas para tratar de conseguir votos en territorios donde los resultados no le fueron favorables, aunque tampoco descuidarán donde los resultados no fueron tan desfavorables como es el caso de Avellaneda.
El municipio manejado por Alejandro Ferraresi, parecía hasta hace un tiempo inexpugnable para Cambiemos, pero el 13 de agosto trajo una leve sonrisa y mucha esperanza. La diferencia entre Unidad Ciudadana y Cambiemos fue de tan solo 5 puntos.
El candidato local del oficialismo nacional y provincial, Sebastián Vinagre, llegó a los 33 puntos porcentuales, mejorando la elección del mismo espacio en el 2015, sumado a la pérdida de votos del intendente, hace que el final de cara a las generales de octubre, quede abierto.
‘Creemos que fue una excelente elección de Vinagre, más si consideramos el punto de que el propio Intendente fue en la lista, en forma testimonial para plebiscitar su gestión, y más de un 60% no lo voto’ afirmaron los dirigentes del cambio.
Las muestras de esto son las declaraciones del propio coordinador de Cambiemos de los denominados ‘sin tierra’, Jorge Macri, donde avizora un triunfo de Cambiemos en 10 o 15 municipios más y allí incluye a Avellaneda.
‘Muchos vecinos entran y salen de la ciudad y comparan con las obras que hay en otros municipios’, dijo el intendente de Vicente López coma para aportar una explicación al resultado.A raíz de esto, Vinagre, el candidato a dar el batacazo, ya se prepara para la campaña y está definiendo el camino a seguir junto al apoyo que está recibiendo del gobierno provincial. Todos saben que si Cambiemos le gana a Ferraresi, la chance de ser gobierno en el 2019, estará más cerca y van por eso, según explicaron.
El Observatorio de Cuentas Metropolitanas presentó un informe donde da cuenta del flujo de los fondos que perciben los municipios de la provincia de Buenos Aires. En el reparto provincial, teniendo en cuenta la participación por habitante, las zonas del interior provincial son beneficiadas respecto de los distritos de conurbano, dato que no constituye ninguna novedades pues el reparto de fondos se realiza, mayoritariamente, a través del Código Único de Distribución (CUD) en donde además de habitantes se tiene en cuenta otras variables, como por ejemplo, la extensión territorial o las prestaciones en servicios de salud que brindan los municipios.
No obstante, como el CUD, además, se actualiza permanentemente siempre aparecen nueva situaciones a ponderar.
Es decir, 24 distritos del conurbano donde habitan dos tercios de los bonaerenses reciben la mitad de los fondos coparticipables.Vicente López es el distrito del conurbano con mayores recursos por habitante con más de $ 14 mil pesos según el ejercicio 2016. Este número es tres veces superior al de Florencio Varela, Almirante Brown, Moreno y La Matanza quienes, en 2016, contaron con menos de $ 4.500 por habitante.
Al interior del conurbano, los municipios del norte son los más beneficiados. Malvinas Argentinas, San Isidro, Vicente López, San Miguel y Merlo son los cinco distritos que reciben más fondos coparticipables por habitantes. Dentro de los cinco más perjudicados están Moreno, Tigre, Ezeiza, Tres de Febrero e Ituzaingó.